No pudiste ver a Joaquín corriendo por la banda ni a Finidi enfundándose su sombrero. No te embriagaste con la magia de Edu en cada balón, ni te dolió aquella rodilla de Capi como si hubiera sido tuya. Nunca escuchaste "que bonitos, que bonitos, son los goles de Alfonsito", ni lloraste de alegría con el gol de Dani en el Vicente Calderón. No viviste el derbi del 0-3 con gol de Olías, ni te moriste de nervios con Doblas una tanda de penaltis. Nunca celebraste las paradas
(y los goles) de Toni Prats, ni disfrutaste con matemático Alexis. No oliste el miedo de ningún portero asustado ante cualquier falta de Assunçao, ni quisiste tener la zurda del croata Jarni.
Amigo, que no viviste ninguno de esos momentos, te digo que no decaigas. Tú que ahora ves a tus amigos, a tus familiares, celebrando títulos y tocando la gloria con las manos, te digo que no decaigas. Tú que elegiste las trece barras verdiblancas como camiseta para toda la vida, a pesar de los descensos, a pesar de las permanencias de último minuto, a pesar de sufrir con jugadores que nunca creíste debían defender la camiseta que tú llevabas en la piel. A ti, amigo, te digo que no decaigas. En el fútbol la memoria es corta y el éxito lo es aún más. Sevillistas han superado 50 o 60 años para momentos como los actuales, algunos incluso murieron sin saber lo que se siente.
Por eso, amigo, te pido paciencia, todo llegará. Solo nos queda aportar lo que tenemos y es nuestro sentimiento. Con ese sentimiento seguirán naciendo generaciones de béticos (como la tuya) que mantendrán intacta la esencia del Betis y lo seguirán haciendo grande allá donde vaya. Sé que lo que te pido no es fácil, pero no decaigas, dependemos de ti. Cuando llegue nuestro momento mirarás atrás recordando tantas temporadas sufridas y entonces la gloria aún será más dulce. Cuando llegue nuestro momento sabrás que habrías cambiado cincuenta años de pesares por ese instante fugaz de triunfo. Cuando llegue nuestro momento sentirás la recompensa a tu fidelidad, la fidelidad que muchos tacharon de locura, y pensarás: "Los locos eran ellos. Yo solo era bético".
(y los goles) de Toni Prats, ni disfrutaste con matemático Alexis. No oliste el miedo de ningún portero asustado ante cualquier falta de Assunçao, ni quisiste tener la zurda del croata Jarni.
Amigo, que no viviste ninguno de esos momentos, te digo que no decaigas. Tú que ahora ves a tus amigos, a tus familiares, celebrando títulos y tocando la gloria con las manos, te digo que no decaigas. Tú que elegiste las trece barras verdiblancas como camiseta para toda la vida, a pesar de los descensos, a pesar de las permanencias de último minuto, a pesar de sufrir con jugadores que nunca creíste debían defender la camiseta que tú llevabas en la piel. A ti, amigo, te digo que no decaigas. En el fútbol la memoria es corta y el éxito lo es aún más. Sevillistas han superado 50 o 60 años para momentos como los actuales, algunos incluso murieron sin saber lo que se siente.
Por eso, amigo, te pido paciencia, todo llegará. Solo nos queda aportar lo que tenemos y es nuestro sentimiento. Con ese sentimiento seguirán naciendo generaciones de béticos (como la tuya) que mantendrán intacta la esencia del Betis y lo seguirán haciendo grande allá donde vaya. Sé que lo que te pido no es fácil, pero no decaigas, dependemos de ti. Cuando llegue nuestro momento mirarás atrás recordando tantas temporadas sufridas y entonces la gloria aún será más dulce. Cuando llegue nuestro momento sabrás que habrías cambiado cincuenta años de pesares por ese instante fugaz de triunfo. Cuando llegue nuestro momento sentirás la recompensa a tu fidelidad, la fidelidad que muchos tacharon de locura, y pensarás: "Los locos eran ellos. Yo solo era bético".
Comentario