El Betis venció gracias a los goles de los de siempre y volvió a su sitio natural, un lugar del que no se deberá marchar nunca más. Tras una temporada llena de altibajos, y con una segunda vuelta espectacular, el equipo verdiblanco por fin, vuelve a estar a la altura de su afición. El Betis vuelve a primera división.
Ojo primera que vuelve el Betis más fuerte y unido que nunca. Y es que el Betis cayó, se hundió y piso los colores de su escudo la temporada pasada y seguramente en gran parte de la primera vuelta de esta pero su afición nunca dejó de creer. Su afición nunca dejó de empujar. Y su afición nunca falló. Levantarse tras caer es difícil pero si tienes a un millón de personas ofreciéndote su mano para auparte y no volverte a dejar caer, todo al final es mucho más fácil.
Y esto es el Betis. Millones de personas tan diferentes entre sí, compartiendo un sentimiento común. Y cuando tantas personas se unen por una causa común es imposible frenar su ímpetu hasta conseguirlo. Ellos son el Betis y ellos (la afición) han ascendido al equipo.
Atrás quedó el peor descenso que se recuerda del Betis. Atrás quedaron los malos tragos de Ponferrada, Leganés y Pamplona. Atrás quedaron los fantasmas que dejó Velázquez en su etapa como entrenador del Betis y atrás quedan todos esos malos recuerdos que tanto atormentaron a los béticos no hace mucho tiempo. Atrás queda todo lo malo porque hoy no es momento de hacer autocrítica, hoy es momento de celebrar.
Sí, celebrar. Muchos dirán que no existe motivo de celebración y no es verdad. Se tiende a infravalorar los logros aunque sean menores. Y hoy tampoco es el momento para crear comparaciones, hoy no es el día de mirar al vecino. Hoy es el día de celebrar todos juntos que el Betis es de primera división. Hoy es el día en el que el Betis debe crear unos cimientos para creer en un futuro mejor, en un futuro donde no vuelva a tener que ocurrir esto.
Y por todo ello, el Betis y, sobre todo, el bético, tras sufrir lo indeseable, tiene el derecho a festejar un hecho histórico: el día en el que Betis, si dios quiere, abandonó la segunda división por muchísimos años.
Mañana llegará la autocrítica, mañana se hablará del Betis de primera división. Mañana empezará la construcción de un Betis que este a la altura de su afición y este peleando por grandes cosas. Pero eso será mañana.
Hoy el equipo se merece un homenaje. Hoy los 23 jugadores de la primera plantilla, los canteranos que han debutado y han subido al primer equipo merecen su reconocimiento. Como merecen su reconocimiento el cuerpo técnico liderado por Pepe Mel. Sin olvidar, a los seguramente mayores artífices del ascenso, Merino y Capi, que cogieron a un Betis moribundo y construyeron las bases del ascenso en esos cinco partidos mágicos. Hoy todos merecen su celebración porque hoy el Betis ha vuelto a primera división.
El uno a uno:
Adán: Partido placido para el portero. El Alcorcón no creó apenas ocasiones de peligro.
Piccini: Comenzó con dudas en su juego pero según avanzaba el partido fue creciendo. Sus arrancadas son de otro nivel. Si le respetan las lesiones, puede ser una buena incorporación en primera.
Bruno: Ha vuelto a su mejor nivel en el tramo final de la temporada. Si sigue creciendo así puede ser el central del Betis durante años.
Jordi: No pasó apuros hoy. En el corte seguramente sea uno de los mejores centrales de segunda. En primera ya, es otra historia.
Varela: Si Alex Martínez se recupera seguramente pierda el puesto pero su contribución al ascenso ha sido magnifica. Hoy mostró un buen nivel.
N’Diaye: Aporta muchísimo a este equipo. Su presencia por arriba y por abajo en el mediocampo impone a los rivales. En su máximo nivel es un fijo.
Xavi Torres: Si N’Diaye es la anarquía en el centro del campo, Xavi Torres es el equilibrio. Es la unión de las líneas y el ancla del equipo.
Dani Ceballos: Hoy volvió a mostrar su mejor nivel, un nivel que está al alcance de muy pocos en segunda. Importante valor para el año que viene.
Portillo: Otro que se ha marcado un final de temporada brutal, refutándolo en este partido. Le faltó su gol y mira que lo buscó.
Molina: El capitán del Betis. 19 goles en una segunda vuelta brutal.
Rubén Castro: Cualquier definición se le queda corta. Cuando Rubén está, el Betis sonríe. Dejó un gol para el recuerdo en el día más importante.
Lolo Reyes: Salió por el peligro de una expulsión de N’Diaye cuando el partido ya estaba sentenciado. Otro que debe ser fijo en la plantilla del año que viene.
Rennella: Se le vio ansioso por marcar su gol. Y seguramente eso le acabó pasando factura.
Cejudo: Salió para que el Villamarín aplaudiese la temporada de Ceballos.
Ojo primera que vuelve el Betis más fuerte y unido que nunca. Y es que el Betis cayó, se hundió y piso los colores de su escudo la temporada pasada y seguramente en gran parte de la primera vuelta de esta pero su afición nunca dejó de creer. Su afición nunca dejó de empujar. Y su afición nunca falló. Levantarse tras caer es difícil pero si tienes a un millón de personas ofreciéndote su mano para auparte y no volverte a dejar caer, todo al final es mucho más fácil.
Y esto es el Betis. Millones de personas tan diferentes entre sí, compartiendo un sentimiento común. Y cuando tantas personas se unen por una causa común es imposible frenar su ímpetu hasta conseguirlo. Ellos son el Betis y ellos (la afición) han ascendido al equipo.
Atrás quedó el peor descenso que se recuerda del Betis. Atrás quedaron los malos tragos de Ponferrada, Leganés y Pamplona. Atrás quedaron los fantasmas que dejó Velázquez en su etapa como entrenador del Betis y atrás quedan todos esos malos recuerdos que tanto atormentaron a los béticos no hace mucho tiempo. Atrás queda todo lo malo porque hoy no es momento de hacer autocrítica, hoy es momento de celebrar.
Sí, celebrar. Muchos dirán que no existe motivo de celebración y no es verdad. Se tiende a infravalorar los logros aunque sean menores. Y hoy tampoco es el momento para crear comparaciones, hoy no es el día de mirar al vecino. Hoy es el día de celebrar todos juntos que el Betis es de primera división. Hoy es el día en el que el Betis debe crear unos cimientos para creer en un futuro mejor, en un futuro donde no vuelva a tener que ocurrir esto.
Y por todo ello, el Betis y, sobre todo, el bético, tras sufrir lo indeseable, tiene el derecho a festejar un hecho histórico: el día en el que Betis, si dios quiere, abandonó la segunda división por muchísimos años.
Mañana llegará la autocrítica, mañana se hablará del Betis de primera división. Mañana empezará la construcción de un Betis que este a la altura de su afición y este peleando por grandes cosas. Pero eso será mañana.
Hoy el equipo se merece un homenaje. Hoy los 23 jugadores de la primera plantilla, los canteranos que han debutado y han subido al primer equipo merecen su reconocimiento. Como merecen su reconocimiento el cuerpo técnico liderado por Pepe Mel. Sin olvidar, a los seguramente mayores artífices del ascenso, Merino y Capi, que cogieron a un Betis moribundo y construyeron las bases del ascenso en esos cinco partidos mágicos. Hoy todos merecen su celebración porque hoy el Betis ha vuelto a primera división.
El uno a uno: