De lo que le sobra a los otros, nos hace falta a nosotros. Los equipos suelen ser reflejo de lo que son sus técnicos y en este caso además es reflejo de la cabeza dirigente del club. El Betis está en un maremagnum de personas en general que tienen intereses oscuros en el Consejo y que no son béticos a los que le duele el Betis, por poner un ejemplo, el presidente Ollero que no me parece de lo peor no ha dejado de cenar porque nos golee y humille en parte el Madrid. Necesitamos en la cabeza directiva béticos que se crean que el Betis debe ser un club importante en lo deportivo y que sean ambiciosos pero de verdad. Al Betis le falta lo que le sobra al otro equipo y eso lo vimos en versión máxima en el Bernabeu: Equipo que sale aterrorizado a ese estadio, le hacen un gol en el minuto 2 y recibe una paliza de ocasiones y de dominio del Madrid en el que gracias a Adán no se sentencia el partido. El transcurso de los minutos se observa al Betis como un equipo blando, desorganizado, sin carácter, apocado y que encima cuando tiene alguna ocasión es incapaz de materializarla. Lo peor del Betis sin duda no es el resultado e incluso su juego, sino sobre todo la imagen de equipo que no cree en lo que hace, de equipo deslabazado y triste, arrastrando por momentos ese escudo tan bonito que portan. Si hubiera mentalidad ambiciosa y ganadora en la Directiva, mañana el Presidente se debería reunir con la plantilla y técnicos para darles un toque de atención serio, una advertencia para que no jueguen con fuego, que respeten ese escudo y esa afición maravillosa que sólo por la fidelidad que profesan deben ser premiados con un equipo que al menos termine destrozado por el esfuerzo, la intensidad y la actitud desplegados.