Con frecuencia, cuando se acerca el final de un año natural, es momento de análisis, reflexión y, sobretodo, objetivos renovados, los que vienen a ser los propósitos de año nuevo. En este sentido, el Betis afronta su último encuentro del 2016 con la misión de clasificarse para la siguiente eliminatoria de Copa del Rey ante un rival que está culminando el año con una notable mejoría. Otro anuario que llega a su fin y sigue sin cambiar la situación del Betis.
El exiguo 1-0 del Villamarín posibilitará un partido muy abierto en Riazor, donde el Deportivo buscará la remontada ante su público, una vez reconducida la situación en el campeonato tras sus dos últimas holgadas victorias en casa y un más que digno papel en el Bernabéu poniendo contra las cuerdas al Madrid. Todo lo contrario al Betis, que ha vuelto a incurrir en errores pasados, pecando de falta de concentración e intensidad en las últimas citas.
Sin embargo, a favor del cambio de entrenador llevado a cabo hay que reseñar que Víctor Sánchez ha ideado un esquema más o menos fiable con el que trabaja a diario, al que es fiel y con el que el los suyos muestran cierta solidez y seguridad, desaparecidas hasta la llegada del técnico madrileño. Más allá de estilos y sistemas de juego, el Betis necesita estabilidad. De una vez por todas, una regularidad perseguida que se resiste.
Para tomar las uvas futbolísticas, Víctor se ha llevado a 19 futbolistas a la Coruña, entre los que destaca la vuelta de Felipe Gutiérrez, Brasanac y Rafa Navarro, así como el estreno de Vallés, portero del Betis B; mientras que Adán, José Carlos, Álex Martínez, Fabián, Nahuel y Zozulya no han sido convocados, uniéndoles la baja por lesión de Joaquín.
Puestos a ser valientes, el Betis de Víctor parece estar interesado en la Copa del Rey, por lo que no se espera una gran transformación en el equipo precisamente. El equipo técnico verdiblanco seguirá agarrado al planteamiento basado en una poblada defensa para usar el arma de la velocidad en ataque. Con lo cual, en previsión de pocas rotaciones, el Betis saldrá de inicio con jugadores fijos como Pezzella, Durmisi, Petros, Dani Ceballos o Rubén Castro.
Enfrente estará un Deportivo de la Coruña bravo, colmado de ganas de revancha, con un Garitano que recurre a las “grandes noches de Copa” blanquiazules. Para la vuelta copera, el míster deportivista ha dejado fuera de la lista de convocados a piezas claves en el resurgir liguero como Tyton, Fernando Navarro, Carles Gil y Florin Andone, pero que contará con el resto de la plantilla disponible para tratar de dar la vuelta a la eliminatoria.
Los ingredientes para la última cita del año están servidos. Ya habrá tiempo de mantecados y turrones, ahora la prioridad reside en agarrarse a una competición ilusionante. En manos de los verdiblancos pasar unas vacaciones navideñas agradables o marcharse a casa con los deberes por hacer con un suspenso final. La sufrida e infatigable parroquia bética suspira por satisfacciones. A las 21:00 horas, con el arbitraje de González González, el remate del año.
Deportivo: Lux; Juanfran, Arribas, Sidnei, Luisinho; Bergantiños, Mosquera; Bruno Gama, Fayçal Fajr, Çolak; y Joselu.
Betis: Dani Giménez; Rafa Navarro, Mandi, Pezzella, Bruno, Durmisi; Donk, Petros, Ceballos; Sanabria y Rubén Castro.
El exiguo 1-0 del Villamarín posibilitará un partido muy abierto en Riazor, donde el Deportivo buscará la remontada ante su público, una vez reconducida la situación en el campeonato tras sus dos últimas holgadas victorias en casa y un más que digno papel en el Bernabéu poniendo contra las cuerdas al Madrid. Todo lo contrario al Betis, que ha vuelto a incurrir en errores pasados, pecando de falta de concentración e intensidad en las últimas citas.
Sin embargo, a favor del cambio de entrenador llevado a cabo hay que reseñar que Víctor Sánchez ha ideado un esquema más o menos fiable con el que trabaja a diario, al que es fiel y con el que el los suyos muestran cierta solidez y seguridad, desaparecidas hasta la llegada del técnico madrileño. Más allá de estilos y sistemas de juego, el Betis necesita estabilidad. De una vez por todas, una regularidad perseguida que se resiste.
Para tomar las uvas futbolísticas, Víctor se ha llevado a 19 futbolistas a la Coruña, entre los que destaca la vuelta de Felipe Gutiérrez, Brasanac y Rafa Navarro, así como el estreno de Vallés, portero del Betis B; mientras que Adán, José Carlos, Álex Martínez, Fabián, Nahuel y Zozulya no han sido convocados, uniéndoles la baja por lesión de Joaquín.
Puestos a ser valientes, el Betis de Víctor parece estar interesado en la Copa del Rey, por lo que no se espera una gran transformación en el equipo precisamente. El equipo técnico verdiblanco seguirá agarrado al planteamiento basado en una poblada defensa para usar el arma de la velocidad en ataque. Con lo cual, en previsión de pocas rotaciones, el Betis saldrá de inicio con jugadores fijos como Pezzella, Durmisi, Petros, Dani Ceballos o Rubén Castro.
Enfrente estará un Deportivo de la Coruña bravo, colmado de ganas de revancha, con un Garitano que recurre a las “grandes noches de Copa” blanquiazules. Para la vuelta copera, el míster deportivista ha dejado fuera de la lista de convocados a piezas claves en el resurgir liguero como Tyton, Fernando Navarro, Carles Gil y Florin Andone, pero que contará con el resto de la plantilla disponible para tratar de dar la vuelta a la eliminatoria.
Los ingredientes para la última cita del año están servidos. Ya habrá tiempo de mantecados y turrones, ahora la prioridad reside en agarrarse a una competición ilusionante. En manos de los verdiblancos pasar unas vacaciones navideñas agradables o marcharse a casa con los deberes por hacer con un suspenso final. La sufrida e infatigable parroquia bética suspira por satisfacciones. A las 21:00 horas, con el arbitraje de González González, el remate del año.
Deportivo: Lux; Juanfran, Arribas, Sidnei, Luisinho; Bergantiños, Mosquera; Bruno Gama, Fayçal Fajr, Çolak; y Joselu.
Betis: Dani Giménez; Rafa Navarro, Mandi, Pezzella, Bruno, Durmisi; Donk, Petros, Ceballos; Sanabria y Rubén Castro.