La derrota ante el Espanyol sigue desnudando los mediocres números: volvió a ser incapaz de mantener la portería a cero a domicilio.

El tropiezo del Betis ante el Espanyol volvió a lastrar al equipo en su objetivo de alcanzar un décimo puesto que se aleja con el paso de las jornadas. La primera de las diez finales que restaban en este curso liguero volvió a reflejar una carencia casi permanente: el conjunto verdiblanco fue incapaz de mantener su portería a cero y ya suma un año sin lograrlo fuera de su casa.

Desde el 3 de marzo del curso pasado, el Betis no encuentra el camino de la fiabilidad defensiva cuando se aleja de Heliópolis. El equipo entrenado por Víctor, además, se alía con la mala gestión de los partidos en los tramos finales, con ocho puntos perdidos en esta segunda vuelta a partir del minuto 80.

Los tantos de Javi Fuego y Reyes mostraron de nuevo la escasa eficacia del equipo en defensa: el esquema táctico de Víctor, agarrado a los cinco defensas desde inicio de temporada, pasó de nuevo factura cuando el repliegue fue más intenso en el tramo final. El técnico madrileño mira con temor al futuro a sabiendas que su pizarra no solventó el caos defensivo que sigue arrastrando el equipo. Sus cambios, mientras, incitaron más aún un posicionamiento defensivo que condenó en los últimos minutos.

Daniel Lagos AS-Sevilla