Dios mío, dónde estamos???
La cadena de hechos que ha desembocado en el día de hoy, donde los béticos miran para arriba, bueno, para el norte, esperando que un señor con nombre de más del norte nos conceda una miserable cautelar que apacigüe los ánimos pero que no nos solucione el problema es asfixiante.
Asfixiante porque para mí, como bético, no sé dónde agarrarme. En este disparate que lleva al Betis a ir desgastándose en todos los campos parece que no sale una sola voz coherente. La sanción está ahí, enquistada, dura, atravesada en la medular de nuestro Betis. Una sanción que por el mínimo común múltiplo coincide con el lanzamiento de una botella por un desaprensivo. Esta vez acertó y dió la clave para que, una vez más, la Federación Española de Fútbol nos aplique con rigor draconiano otra nueva sanción. A este paso el año próximo le voy a decir al taquillero de Encadesa que me haga descuento en previsión de futuros incidentes.
Porque en una cosa sí que estoy completamente seguro, y es que es una injusticia, pero no es la única. Sabemos y sabíamos que podía volver a suceder, que el Betis lleva en un estado de crispación que hace que un voluntario con botella, con bengala o con lo que sea esté siempre dispuesto a perder la cabeza.
Ahora podemos desguazar las causas más íntimas, o irnos al máximo común divisor de este quebrado. Un quebrado loco y complejo que, a modo de montaña rusa, nos lleva por caminos que ni son lógicos, ni son reales. Nuestro Máximo Común Divisor piensa siempre que puede tener atadas las incógnitas, pero un día la x se transforma en una sanción, otro día la y en una denuncia... y mañana la z espero que sea que no haya que irse a Madrid a defender al Betis, que no al señor de las incógnitas.
Aunque de todo esto tengo otra incógnita que me reconcome... Ahora que ha vuelto al palco Villarán... hará algo para que los béticos se desplacen donde sea o seguiremos oyendo eso de que el Betis no es una agencia de viajes... Espero que la resolución de la incógnita no vuelva a ser la incapacidad ya demostrada.
Desde aquí mi más sincera y asquerosa repulsa a todo lo que están haciendo con el Betis,
YA ESTÁ BIEN!
La cadena de hechos que ha desembocado en el día de hoy, donde los béticos miran para arriba, bueno, para el norte, esperando que un señor con nombre de más del norte nos conceda una miserable cautelar que apacigüe los ánimos pero que no nos solucione el problema es asfixiante.
Asfixiante porque para mí, como bético, no sé dónde agarrarme. En este disparate que lleva al Betis a ir desgastándose en todos los campos parece que no sale una sola voz coherente. La sanción está ahí, enquistada, dura, atravesada en la medular de nuestro Betis. Una sanción que por el mínimo común múltiplo coincide con el lanzamiento de una botella por un desaprensivo. Esta vez acertó y dió la clave para que, una vez más, la Federación Española de Fútbol nos aplique con rigor draconiano otra nueva sanción. A este paso el año próximo le voy a decir al taquillero de Encadesa que me haga descuento en previsión de futuros incidentes.
Porque en una cosa sí que estoy completamente seguro, y es que es una injusticia, pero no es la única. Sabemos y sabíamos que podía volver a suceder, que el Betis lleva en un estado de crispación que hace que un voluntario con botella, con bengala o con lo que sea esté siempre dispuesto a perder la cabeza.
Ahora podemos desguazar las causas más íntimas, o irnos al máximo común divisor de este quebrado. Un quebrado loco y complejo que, a modo de montaña rusa, nos lleva por caminos que ni son lógicos, ni son reales. Nuestro Máximo Común Divisor piensa siempre que puede tener atadas las incógnitas, pero un día la x se transforma en una sanción, otro día la y en una denuncia... y mañana la z espero que sea que no haya que irse a Madrid a defender al Betis, que no al señor de las incógnitas.
Aunque de todo esto tengo otra incógnita que me reconcome... Ahora que ha vuelto al palco Villarán... hará algo para que los béticos se desplacen donde sea o seguiremos oyendo eso de que el Betis no es una agencia de viajes... Espero que la resolución de la incógnita no vuelva a ser la incapacidad ya demostrada.
Desde aquí mi más sincera y asquerosa repulsa a todo lo que están haciendo con el Betis,
YA ESTÁ BIEN!
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