Hasta ahora, mi respeto a la familia de D. Eusebio Ríos ha mantenido mi pequeño duelo en un segundo plano. De hecho, ahí estaba aparcado porque no había otra forma de no hacer nada más que sentir su marcha a la misma edad de mi padre.

Iba a asistir a la misa del próximo martes, convocada por la familia, y ahí iba a dejar constancia, junto con el minuto de silencio y otro detallito sin importancia de mi recogimiento. Pero acabo de oir el dolor causado en la familia y los íntimos por la falta de aptitud y actitud de nuestro Consejo de administración, una vez más.

El próximo martes, éste que escribe, hará algo más que asistir a misa, seguramente será algo humilde, algo simple, pero será algo que de forma física deje en los alrededores del lugar donde se celebrará la misa. Me llevará a conocer mejor a Don Eusebio, porque también hay que decir que no hay que rasgarse las vestiduras para reconocer que tenemos que conocer todavía más. Gracias Íñigo, gracias Amigos del Centenario, gracias mil Beticista, gracias Betisweb, gracias a los que conocieron a Don Eusebio y han compartido esos momentos con nosotros a través de mil medios.

El próximo martes, dejaré una prueba de mi respeto en cualquiera de las formas que se me ocurran, e invito a todos a hacer lo mismo, no por D. Eusebio que ahora que está bien rodeado en el Cuarto Anillo ya lo sabe, sino por su familia, porque sepan que estamos y somos parte de un lazo universal y verdiblanco, un lazo que si bien no es sujetado de igual manera por todos los que se dicen béticos sí abarca a tantos y tantos béticos que sienten la pérdida como si se hubiese ido un amigo.

Por favor, quien aquí escriba no lo haga con nada que lo ensucie, y si así fuera por desgracia, ruego a los moderadores lo solucionen. Porque no quiero que sea más que una forma de honrar a uno de esos béticos de los que hablan los abuelos en las peñas, los libros en la historia. Fue D. Eusebio Ríos.

Gracias, el martes estaré allí.