En 1953, el escritor estadounidense y maestro de la ciencia-ficción, Ray Bradbury escribió la que sería, posiblemente, su obra más célebre: Farenheit 451, refiriéndose con este título a la temperatura a la que arden los libros.
Cuenta Bradbury que en un mundo futuro, los bomberos no trabajarán apagando fuegos sino, paradójicamente, provocándolos para quemar los libros que algunos rebeldes aún guardan y esconden en sus casas. Porque en este mundo futuro, los libros están prohibidos pues hacen pensar, y pensar por uno mismo es malo en esta sociedad que dibuja el autor.
En este estado de cosas la novela narra como un bombero se rebela ante su destino y en vez de quemar los libros como es “su deber”, decide intentar salvarlos, leerlos y pensar por sí mismo. Por lo que será perseguido por sus propios compañeros bomberos, y las fuerzas de seguridad del estado, así como todos los que lo ayudan a huir o los que le animan a leer y pensar.
Ya en el siglo XXI, en este nuestro Betis presente, Lopera reescribe la historia como solo él sabe hacerlo, o más bien dicho, de la única forma que él sabe hacerlo.
En la sociedad de la comunicación, donde los Mass Media (prensa, radio, televisión, internet) tienen un poder enorme de divulgación, información, publicidad y marketing para cualquier empresa, asociación o entidad que se precie, Lopera reinventa todo ello y en vez de utilizarlos en beneficio para la entidad se enfrenta a todos ellos por diferentes motivos.
La futurista visión de marketing de este hombre es escribir el nombre de la entidad con faltas de ortografía (Real Betis Balonpie) en sus productos oficiales. Realmente esto si es ciencia-ficción y no la de Bradbury.
La brillante idea de Lopera y su impagable (aunque bien pagado) jefe de comunicaciones para que se hable del Betis, Real Betis Balompié es negar entrevistas y limitar comparecencias públicas de jugadores, técnicos y empleados.
La esplendorosa mente de Lopera buscando enganchar nuevos simpatizantes y fidelizar adeptos a la causa verdiblanca no ve mejor forma para ello que negar el acceso a las cámaras de televisión para que ni siquiera den el resumen de los partidos cuando y donde les venga en gana y pelear con las televisiones para retrasar la retransmisión de los partidos a todos los Béticos y Béticas que quieran verlos por la tele, tanto en casa como a domicilio.
Dicen los medios oficiales que todo ello era y es para potenciar tanto Radio Betis como la Página Web del club (por cierto, continuamente desactualizada e indigna de un club profesional de fútbol). Evidentemente, se busca que todos los Béticos y Béticas tengan la misma información, siempre desde el mismo ángulo de visión y siempre con los argumentos que interesan a Lopera. Prohibido leer la prensa, páginas web y escuchar radios fuera de la línea oficialista loperiana. Se busca el pensamiento único, prohibido pensar por uno mismo, prohibido pensar diferente a la versión ofrecida desde Jabugo.
Todo aquel que lea o escuche lo prohibido y todo aquel que piense de forma distinta a la voz oficial, será perseguido (no por bomberos y fuerzas de seguridad, en este caso) con todo el poder y la fuerza de la que es capaz el jefe de comunicación de los medios de comunicación del club. Larriba, en su programa Onda Verde y la Hora de la Verdad se ocupará de perseguir, desacreditar (intentarlo solo, pues este ¿periodista? No es capaz de desacreditar a nadie) insultar y calumniar al más pintado que levante la más mínima voz contra su amo y señor Lopera.
Un Lopera que ya no se conforma con tener secuestrado al Betis, Real Betis Balompié, no se conforma con eso. Quiere acallar, cual infame tirano y dictador, cualquier opinión, cualquier voz discordante con su oscuro régimen. Por esto, no vacilará (no ha vacilado nunca en estos diecisiete años) en usar todas las armas que estén a su alcance para lograrlo.
Mientras el pueblo, el Beticismo, aguanta, sigue aguantando un año más, una temporada más.
Y yo me pregunto... ¿hasta cuándo?
P.D.: A estar horas, cuando acabo de escribir estas líneas han anunciado el acuerdo con MediaPro y además se ha suavizado el veto a la prensa sevillana (a ver cuanto dura). Esto, que evidentemente es una buena noticia, no cambia un ápice el daño que Lopera ha vuelto a hacer al Betis y al Beticismo durante todo este tiempo y el que, estoy seguro, va a seguir haciendo por otros caminos.
Cada cual que piense en consecuencia... si le dejan.
Cuenta Bradbury que en un mundo futuro, los bomberos no trabajarán apagando fuegos sino, paradójicamente, provocándolos para quemar los libros que algunos rebeldes aún guardan y esconden en sus casas. Porque en este mundo futuro, los libros están prohibidos pues hacen pensar, y pensar por uno mismo es malo en esta sociedad que dibuja el autor.
En este estado de cosas la novela narra como un bombero se rebela ante su destino y en vez de quemar los libros como es “su deber”, decide intentar salvarlos, leerlos y pensar por sí mismo. Por lo que será perseguido por sus propios compañeros bomberos, y las fuerzas de seguridad del estado, así como todos los que lo ayudan a huir o los que le animan a leer y pensar.
Ya en el siglo XXI, en este nuestro Betis presente, Lopera reescribe la historia como solo él sabe hacerlo, o más bien dicho, de la única forma que él sabe hacerlo.
En la sociedad de la comunicación, donde los Mass Media (prensa, radio, televisión, internet) tienen un poder enorme de divulgación, información, publicidad y marketing para cualquier empresa, asociación o entidad que se precie, Lopera reinventa todo ello y en vez de utilizarlos en beneficio para la entidad se enfrenta a todos ellos por diferentes motivos.
La futurista visión de marketing de este hombre es escribir el nombre de la entidad con faltas de ortografía (Real Betis Balonpie) en sus productos oficiales. Realmente esto si es ciencia-ficción y no la de Bradbury.
La brillante idea de Lopera y su impagable (aunque bien pagado) jefe de comunicaciones para que se hable del Betis, Real Betis Balompié es negar entrevistas y limitar comparecencias públicas de jugadores, técnicos y empleados.
La esplendorosa mente de Lopera buscando enganchar nuevos simpatizantes y fidelizar adeptos a la causa verdiblanca no ve mejor forma para ello que negar el acceso a las cámaras de televisión para que ni siquiera den el resumen de los partidos cuando y donde les venga en gana y pelear con las televisiones para retrasar la retransmisión de los partidos a todos los Béticos y Béticas que quieran verlos por la tele, tanto en casa como a domicilio.
Dicen los medios oficiales que todo ello era y es para potenciar tanto Radio Betis como la Página Web del club (por cierto, continuamente desactualizada e indigna de un club profesional de fútbol). Evidentemente, se busca que todos los Béticos y Béticas tengan la misma información, siempre desde el mismo ángulo de visión y siempre con los argumentos que interesan a Lopera. Prohibido leer la prensa, páginas web y escuchar radios fuera de la línea oficialista loperiana. Se busca el pensamiento único, prohibido pensar por uno mismo, prohibido pensar diferente a la versión ofrecida desde Jabugo.
Todo aquel que lea o escuche lo prohibido y todo aquel que piense de forma distinta a la voz oficial, será perseguido (no por bomberos y fuerzas de seguridad, en este caso) con todo el poder y la fuerza de la que es capaz el jefe de comunicación de los medios de comunicación del club. Larriba, en su programa Onda Verde y la Hora de la Verdad se ocupará de perseguir, desacreditar (intentarlo solo, pues este ¿periodista? No es capaz de desacreditar a nadie) insultar y calumniar al más pintado que levante la más mínima voz contra su amo y señor Lopera.
Un Lopera que ya no se conforma con tener secuestrado al Betis, Real Betis Balompié, no se conforma con eso. Quiere acallar, cual infame tirano y dictador, cualquier opinión, cualquier voz discordante con su oscuro régimen. Por esto, no vacilará (no ha vacilado nunca en estos diecisiete años) en usar todas las armas que estén a su alcance para lograrlo.
Mientras el pueblo, el Beticismo, aguanta, sigue aguantando un año más, una temporada más.
Y yo me pregunto... ¿hasta cuándo?
P.D.: A estar horas, cuando acabo de escribir estas líneas han anunciado el acuerdo con MediaPro y además se ha suavizado el veto a la prensa sevillana (a ver cuanto dura). Esto, que evidentemente es una buena noticia, no cambia un ápice el daño que Lopera ha vuelto a hacer al Betis y al Beticismo durante todo este tiempo y el que, estoy seguro, va a seguir haciendo por otros caminos.
Cada cual que piense en consecuencia... si le dejan.
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