"Blanco y en botella, Don Juan, si hasta les he marcado yo los votos". "Mis árbitros, mis entrenadores, mi fútbol sala vota lo que yo le digo. Si no, les quito, porque yo pongo a dedo y quito a dedo. Así lleva haciéndose los últimos 32 años". Son frases de hombres fuertes de Ángel María Villar en periodo electoral. Y, claro, arrasaron en las elecciones a la RFEF. Como siempre. Otro resultado era impensable con esas premisas.

Las quejas del candidato Jorge Pérez y su equipo de amaño electoral y sus recursos al TAD y al Contencioso administrativo parecían más una pataleta que una posibilidad real, pero resulta que la Unidad Central Operativa de la Policía estaba escuchando. Y grabando.


El sumario de la Operación Soule está lleno de conversaciones que hacen referencia al proceso electoral y a la forma en la que Villar, su hijo Gorka y el resto de su equipo trabajaban con equipamiento, personal y fondos de la RFEF para eternizarse en el cargo y seguir controlando a su antojo otras actividades, presuntamente delictivas -según la Audiencia Nacional- como derechos de televisión, reventa de entradas, patrocinios, construcción de campos y gestión de partidos amistosos de la selección que beneficiaban intereses de Gorka Villar.

Estas conversaciones, por su gravedad, plantean un escenario nuevo:dejan en evidencia que el proceso electoral está viciado, controlado y casi decidido de antemano. Con irregularidades que arrojan grabaciones telefónicas de las que se entiende que el equipo de Villar no sólo apretaba a los votantes, sino que utilizaba construcciones de campos de fútbol, pagos rutinarios o partidos de la selección para garantizarse lealtades de presidentes de Territoriales.

También hay grabaciones que dejan en mal lugar al máximo tribunal del deporte en España, que por cierto ya rechazó impugnar las elecciones porque dijo no hallar indicios de que hubiera nada raro, a pesar de la denuncia de la candidatura de Jorge Pérez.

Del sumario se desprende que mandatarios del mundo del fútbol como Enrique Cerezo o Joan Gaspart (que incluso involucra al exsecretario de Estado para el Deporte Albert Soler) pretenden manejar el TAD para evitar que tomen en consideración las denuncias de la oposición a Villar.

Lo cierto que es que el TAD no hizo nada. También advertidos en unas declaraciones del presidente de la AFE, Luis Rubiales, que aseguró que si impugnaban las elecciones, llevaría a los tribunales ordinarios a sus miembros. No lo hicieron. Y el recurso de la candidatura opositora a Villar sigue ahora en los cajones del Contencioso Administrativo esperando su momento.

El escenario ha cambiado por completo:hoy Rubiales ya no es el brazo armado de Villar, sino que pide un voto de censura contra él y quiere a toda costa sucederle en la RFEF. Lo antes posible. Y la denuncia para impugnar todo el proceso electoral es mucho más fuerte:cuenta con las grabaciones de este sumario. Obligados a actuar

Las conversaciones que publicamos hoy fundamentan no sólo una actuación administrativa directa del Consejo Superior de Deportes, sino que obligan a una revisión del TAD de esta decisión. Algo a lo que se verán obligados porque de nuevo la oposición a Villar, encabezada por Jorge Pérez, Luis Gil y Santiago Nebod volverá a acudir a este tribunal. Con más datos. Más reveladores.

Además, pedirán permiso al juez Pedraz para añadir esta información al caso que ya espera turno en el Contencioso Administrativo. Estas elecciones están condenadas a repetirse. Padrón, 32 años de dominio absoluto



"Los jugadores no mueven el culo"

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