Malabarismos béticos al borde del precipio
En sus cien años de historia, el Betis se ha acostumbrado a resucitar de sus cenizas. Las travesías por Segunda y el infierno de la Tercera forjaron el carácter combativo de los verdiblancos, décimos en la clasificación histórica de la Liga con la friolera de 44 temporadas en Primera División. La entidad bética tuvo que comenzar su andadura en la Liga desde la categoría de plata después del acuerdo al que se llegó el 23 de noviembre de 1928. Cada división se compondría de diez equipos y en Primera militarían los nueve conjuntos que habían llegado alguna vez a la final de Copa hasta esa fecha (Real Madrid, Barcelona, Athletic de Bilbao, Arenas de Getxo, Real Unión de Irún, Real Sociedad, Español de Barcelona, Athletic de Madrid y Europa) así como el vencedor de una eliminatoria entre los diez clubes de Segunda de la que salió triunfador el Racing de Santander. El Betis, junto al Sevilla, se tuvo que conformar con arrancar desde el segundo peldaño del fútbol nacional.
Primer ascenso en 1932
El Betis escribió la primera gran página de su historia en la temporada 31-32 . Tras imponerse en el campeonato de Segunda, el conjunto andaluz logró su primer ascenso a la máxima categoría, de la que no se movería hasta la reanudación de la competición tras la Guerra Civil en la temporada 39-40, proclamándose campeón en la 34-35. Dos años de penitencia verdiblancia para volver fugazmente a Primera en la 42-43 y descender a los infiernos un año después.
Los 40 y los 50, la etapa negra del Betis
El conjunto de Heliópolis tardaría 16 años en volver a la máxima categoría. Fueron, sin duda, los momentos más difíciles en la historia del Betis, que tocó fondo en la 46-47 con su descenso a Tercera. El empeño y el sentimiento bético de hombres como Pascual Aparicio mantuvieron con vida a un club moribundo que peleaba por sobrevivir en el sótano del fútbol español con muy pocos recursos económicos. Con el ascenso a Segunda en la 52-53, con Manuel Ruiz Rodríguez en el palco y el ex jugador Gómez en el banquillo, el Betis empezó a ver la luz al final del túnel. Tras tres temporadas de transición, los béticos volverían a codearse con los grandes tras el ascenso de la 57-58 con una victoria en su estadio ante el Jerez.
Estabilidad antes de coger al 'ascensor'
De la 58-59 hasta la 65-66, el Betis logró mantenerse en Primera División con bastante solvencia, llegando incluso a lograr la clasificación para la Copa de Ferias en la 63-64 tras terminar tercero por detrás de Madrid y Barcelona. La gran actuación del Betis de Domingo Balmanya no presagiaba un nuevo descenso a Segunda en la temporada 65-66 tras terminar colista. Fue el inicio de una época de inestabilidad en el Betis, que alternaba ascensos y descensos con muy poco espacio de tiempo. Los verdiblancos subieron en la 66-67, bajaron en la 67-68, volvieron a subir en la 70-71 y volvieron a bajar en la 72-73. El Betis siguió siendo un equipo 'ascensor' hasta los 80, con otro ascenso en la 73-74 y otro descenso en la 77-78 un año después de proclamarse campeón de Copa por primera vez en su historia. Así es el Betis.
Gordillo endulzó los 80
La aparición de Gordillo marcó el inicio de una gran etapa para el Betis. Tras el ascenso de la 78-79, el Betis se mantuvo en primera diez temporadas consecutivas, logrando dos clasificaciones para la Copa de la UEFA. En la 89-90, el Betis cayó en la promoción ante el Tenerife después del baile de entrenadores (Ríos, Cayetano Re y Buenaventura). Al año siguiente, el Betis volvió a Primera con Julio Cardeñosa al mando para volver a bajar. Gordillo volvió al equipo de sus amores después de triunfar en el Real Madrid para echar una mano al Betis, que volvió a Primera en la 93-94.
El lapsus de fin de siglo
La última década del Betis ha sido la más brillante de su historia, exceptuando el descenso en la campaña 99-00 que interrumpió la trayectoria en Primera de un Betis que se acostumbró a vivir en los puestos nobles de la tabla: tercero en la 94-95, cuarto en la 96-97 y finalista de Copa, octavo en la 97-98, sexto en la 00-01 y equipo de Champions en la 04-05. Tras tocar techo, el Betis vuelve a ser fiel a su historia y el descenso resurge de nuevo como amenaza fantasma de un equipo centenario.
En sus cien años de historia, el Betis se ha acostumbrado a resucitar de sus cenizas. Las travesías por Segunda y el infierno de la Tercera forjaron el carácter combativo de los verdiblancos, décimos en la clasificación histórica de la Liga con la friolera de 44 temporadas en Primera División. La entidad bética tuvo que comenzar su andadura en la Liga desde la categoría de plata después del acuerdo al que se llegó el 23 de noviembre de 1928. Cada división se compondría de diez equipos y en Primera militarían los nueve conjuntos que habían llegado alguna vez a la final de Copa hasta esa fecha (Real Madrid, Barcelona, Athletic de Bilbao, Arenas de Getxo, Real Unión de Irún, Real Sociedad, Español de Barcelona, Athletic de Madrid y Europa) así como el vencedor de una eliminatoria entre los diez clubes de Segunda de la que salió triunfador el Racing de Santander. El Betis, junto al Sevilla, se tuvo que conformar con arrancar desde el segundo peldaño del fútbol nacional.
Primer ascenso en 1932
El Betis escribió la primera gran página de su historia en la temporada 31-32 . Tras imponerse en el campeonato de Segunda, el conjunto andaluz logró su primer ascenso a la máxima categoría, de la que no se movería hasta la reanudación de la competición tras la Guerra Civil en la temporada 39-40, proclamándose campeón en la 34-35. Dos años de penitencia verdiblancia para volver fugazmente a Primera en la 42-43 y descender a los infiernos un año después.
Los 40 y los 50, la etapa negra del Betis
El conjunto de Heliópolis tardaría 16 años en volver a la máxima categoría. Fueron, sin duda, los momentos más difíciles en la historia del Betis, que tocó fondo en la 46-47 con su descenso a Tercera. El empeño y el sentimiento bético de hombres como Pascual Aparicio mantuvieron con vida a un club moribundo que peleaba por sobrevivir en el sótano del fútbol español con muy pocos recursos económicos. Con el ascenso a Segunda en la 52-53, con Manuel Ruiz Rodríguez en el palco y el ex jugador Gómez en el banquillo, el Betis empezó a ver la luz al final del túnel. Tras tres temporadas de transición, los béticos volverían a codearse con los grandes tras el ascenso de la 57-58 con una victoria en su estadio ante el Jerez.
Estabilidad antes de coger al 'ascensor'
De la 58-59 hasta la 65-66, el Betis logró mantenerse en Primera División con bastante solvencia, llegando incluso a lograr la clasificación para la Copa de Ferias en la 63-64 tras terminar tercero por detrás de Madrid y Barcelona. La gran actuación del Betis de Domingo Balmanya no presagiaba un nuevo descenso a Segunda en la temporada 65-66 tras terminar colista. Fue el inicio de una época de inestabilidad en el Betis, que alternaba ascensos y descensos con muy poco espacio de tiempo. Los verdiblancos subieron en la 66-67, bajaron en la 67-68, volvieron a subir en la 70-71 y volvieron a bajar en la 72-73. El Betis siguió siendo un equipo 'ascensor' hasta los 80, con otro ascenso en la 73-74 y otro descenso en la 77-78 un año después de proclamarse campeón de Copa por primera vez en su historia. Así es el Betis.
Gordillo endulzó los 80
La aparición de Gordillo marcó el inicio de una gran etapa para el Betis. Tras el ascenso de la 78-79, el Betis se mantuvo en primera diez temporadas consecutivas, logrando dos clasificaciones para la Copa de la UEFA. En la 89-90, el Betis cayó en la promoción ante el Tenerife después del baile de entrenadores (Ríos, Cayetano Re y Buenaventura). Al año siguiente, el Betis volvió a Primera con Julio Cardeñosa al mando para volver a bajar. Gordillo volvió al equipo de sus amores después de triunfar en el Real Madrid para echar una mano al Betis, que volvió a Primera en la 93-94.
El lapsus de fin de siglo
La última década del Betis ha sido la más brillante de su historia, exceptuando el descenso en la campaña 99-00 que interrumpió la trayectoria en Primera de un Betis que se acostumbró a vivir en los puestos nobles de la tabla: tercero en la 94-95, cuarto en la 96-97 y finalista de Copa, octavo en la 97-98, sexto en la 00-01 y equipo de Champions en la 04-05. Tras tocar techo, el Betis vuelve a ser fiel a su historia y el descenso resurge de nuevo como amenaza fantasma de un equipo centenario.