Amén del importante encuentro que el Betis disputa este sábado en el Santiago Bernabéu, el club no se quita de la cabeza otro partido, el que tendrá que disputar el domingo 30 de octubre en Santander. La batalla continúa y el club tiene dos vías abiertas. Una, la "amistosa", como la definió ayer Miguel Guillén, pues el Betis sigue intentando hacer ver a la Liga de Fútbol Profesional que el hecho de que el Racing cuente con 48 horas más de descanso es descabellado. Y otra, la legal, ya que sus abogados trabajan para encontrar la forma de denunciar esta desigualdad. "Están estudiando el contrato para ver si hay alguna posibilidad de exigir que se cambie el horario. No entendemos que un rival tenga 48 horas más de descanso, sobre todo cuando somos nosotros el equipo que se tiene que desplazar", dijo el presidente.

Así pues, el Betis intentará por todos los medios que la LFP rectifique. Con el mismo discurso, sólo que ahora está decidido a buscar una base legal con la que denunciar lo que considera una injusticia: "Hemos jugado casi a todas las horas posibles y lo acatamos. Pero este caso es diferente porque realmente se perjudica a un equipo y se beneficia a otro en cuanto al descanso. Entendemos que si hay la más mínima posibilidad de defender los intereses del Real Betis, lo vamos a hacer hasta el final", subrayó Guillén.

También Pepe Mel, en la presentación de su libro, se expresó en esta misma línea: "Hemos tenido varias conversaciones, no nos han tratado muy bien. La persona que pone estos horarios no ha tratado bien al Betis, pero este tema es algo institucional y lo debe luchar el club. Nos sentimos perjudicados. Tan afiliado de la Liga es el Racing como el Betis".