ANSIAS DE CRECER
OK. La vida sigue igual y todos tan felices. Con ambición.
Pocas. Ansias de crecer, más bien pocas. Al menos, eso se saca en conclusión de los primeros movimientos veraniegos que se están produciendo en este Betis serrano, en este Betis de Jabugo.
Cuando todo hacía pensar que se daría al menos un pequeño giro a algunas cosas dentro del club -aunque siguiera el máximo accionista-, ¡zas! Un nuevo chasco. Marcelino, ese hombre de ideas renovadas, ese hombre de fútbol moderno, con ambición y todas esas cosas que tan poco se estilan en el fútbol actual del conformismo y del vivir de las rentas, no será el entrenador del Betis. Y es que, eso de exigir, eso de aspirar a cotas altas, eso del compromiso, eso de la verdad a la cara... A Lopera no le hace especial gracia.
Por eso, ha puesto ahora sus miras en Héctor Cúper. Sí, ese que pasó por el Mallorca, el Valencia y el Inter. Un hombre con experiencia. Ya saben, como Jabo. Lo del currículum y todo eso. ¡Qué ilusión! Un hombre que tiene un largo camino recorrido en esto del fútbol, un hombre que se ha ganado un caché -y un dinero, y un prestigio- que no perderá aunque fracase en el Betis.
Cúper, que es un trabajador nato, se conformará con lo que le traigan. Trabajará con las herramientas que le den. Esto sí es un buen artesano y no como ese Marcelino de tres al cuarto que exigía desechar las herramientas oxidadas y ajadas por el tiempo para traer otras nuevas. Así cualquiera. A este le vale todo.
Luego, está el tema de la gran fluidez informativa con la que comunican todo a los aficionados. Aquí estamos como tontos, creyéndonos que hay tres fichajes hechos, anunciados por todos los medios a bombo y platillo, y en el club tan callados. Aquí estamos sin saber si Ilic o Robert están comprados o sin comprar y qué pasará con esos cedidos que regresan. Vamos, algo propio de un club de la máxima categoría nacional.
Y cómo no, está lo de Pepito. ¿Dónde perdieron algunos su dignidad, madre mía? Más vale que se vuelvan para buscarla. Nos dice abiertamente -y lo peor de todo, como algo positivo- que Cúper no ha exigido nada. Es decir, que aquí viene el tío. A cobrar, a callar, a obedecer órdenes y que lo que tenga que ser será.
La segunda perla que nos deja es que "a lo mejor al club no le interesa que el filial suba a Segunda". Ahí es nada. Que eso de mejorar, a lo mejor, económicamente no gusta al serranito de Jabugo. Que no le conviene. Y de paso, pues quitamos mérito al trabajo bien hecho del eterno rival, que eso de criticar al vecino parece dejar réditos entre los aficionados. Parecía, señor León. Parecía. Que ya está bien de mirar al vecino -y si lo miran que sea para copiarlo- y hagamos las cosas aquí como es debido.
Para rematar tan torera faena, nos confirmó que "seguimos siendo el primer club andaluz en jugar la Champions". Y lo seremos toda la vida Pepito. Así que nada. Tan felices. La vida sigue igual. A tumbarse a la bartola que podemos seguir viviendo de esto toda la vida. Mientras, los béticos, a sufrir.
Crifybetico
OK. La vida sigue igual y todos tan felices. Con ambición.
Pocas. Ansias de crecer, más bien pocas. Al menos, eso se saca en conclusión de los primeros movimientos veraniegos que se están produciendo en este Betis serrano, en este Betis de Jabugo.
Cuando todo hacía pensar que se daría al menos un pequeño giro a algunas cosas dentro del club -aunque siguiera el máximo accionista-, ¡zas! Un nuevo chasco. Marcelino, ese hombre de ideas renovadas, ese hombre de fútbol moderno, con ambición y todas esas cosas que tan poco se estilan en el fútbol actual del conformismo y del vivir de las rentas, no será el entrenador del Betis. Y es que, eso de exigir, eso de aspirar a cotas altas, eso del compromiso, eso de la verdad a la cara... A Lopera no le hace especial gracia.
Por eso, ha puesto ahora sus miras en Héctor Cúper. Sí, ese que pasó por el Mallorca, el Valencia y el Inter. Un hombre con experiencia. Ya saben, como Jabo. Lo del currículum y todo eso. ¡Qué ilusión! Un hombre que tiene un largo camino recorrido en esto del fútbol, un hombre que se ha ganado un caché -y un dinero, y un prestigio- que no perderá aunque fracase en el Betis.
Cúper, que es un trabajador nato, se conformará con lo que le traigan. Trabajará con las herramientas que le den. Esto sí es un buen artesano y no como ese Marcelino de tres al cuarto que exigía desechar las herramientas oxidadas y ajadas por el tiempo para traer otras nuevas. Así cualquiera. A este le vale todo.
Luego, está el tema de la gran fluidez informativa con la que comunican todo a los aficionados. Aquí estamos como tontos, creyéndonos que hay tres fichajes hechos, anunciados por todos los medios a bombo y platillo, y en el club tan callados. Aquí estamos sin saber si Ilic o Robert están comprados o sin comprar y qué pasará con esos cedidos que regresan. Vamos, algo propio de un club de la máxima categoría nacional.
Y cómo no, está lo de Pepito. ¿Dónde perdieron algunos su dignidad, madre mía? Más vale que se vuelvan para buscarla. Nos dice abiertamente -y lo peor de todo, como algo positivo- que Cúper no ha exigido nada. Es decir, que aquí viene el tío. A cobrar, a callar, a obedecer órdenes y que lo que tenga que ser será.
La segunda perla que nos deja es que "a lo mejor al club no le interesa que el filial suba a Segunda". Ahí es nada. Que eso de mejorar, a lo mejor, económicamente no gusta al serranito de Jabugo. Que no le conviene. Y de paso, pues quitamos mérito al trabajo bien hecho del eterno rival, que eso de criticar al vecino parece dejar réditos entre los aficionados. Parecía, señor León. Parecía. Que ya está bien de mirar al vecino -y si lo miran que sea para copiarlo- y hagamos las cosas aquí como es debido.
Para rematar tan torera faena, nos confirmó que "seguimos siendo el primer club andaluz en jugar la Champions". Y lo seremos toda la vida Pepito. Así que nada. Tan felices. La vida sigue igual. A tumbarse a la bartola que podemos seguir viviendo de esto toda la vida. Mientras, los béticos, a sufrir.
Crifybetico
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