Un regalo de la defensa rival no es entrenable, un mano a mano contra tu portero es mas bien fallo del rival, un gol de tu portero no se entrena, ciertas decisiones arbitrales tampoco, y un largo etc.

Os lo digo con propiedad. Soy entrenador nacional, trabajo en el fútbol, y aunque no me da para vivir expresamente de él, si os puedo aclarar y verificar ciertas circunstancias que se dan en el fútbol que influyen mas que ninguna y que ni se pueden comprar ni entrenar.

Ante eso hay que resignarse. No puede nadie proponerse como meta igualar ningún registro ni marca, sobre todo cuando la diosa fortuna ha estado tan volcada con alguien en concreto. Veo a los béticos afligidos, yo incluido, porque quien lleva este sentimiento en el corazón no puede estar este año nada contento con los exitos de nuestros indeseables, infelices y acomplejados vecinos. ¿Este equipo de los 4 títulos es mejor que aquel Betis de Serra? Ni de lejos, simplemente aquel equipo ni le acompañó la suerte en cierta final, ni el formato liguero ni la suerte en sorteos europeos. Es decir, se vuelve al tema de la Diosa fortuna que no es nuestra amiga precisamente.

Contra eso no se puede luchar ni el beneficiado puede vivir. Ciertas cosas no se vuelven a repetir nunca ni tan seguidas, ni se pueden comprar ni entrenar. Por eso, tarde o temprano volverá la normalidad, porque es constatable que lo que ocurre no es normal ni mucho menos. Pero bueno...

Pero lo más duro, es que los Béticos, nuestro impepinable objetivo no es ni mucho menos deportivo. Es más, es un tema tan secundario el deportivo, que mas bien mejor casi ni hablar de el. Nuestro objetivo es la integridad de nuestro Betis que está seriamente amenazada.

Quiero suerte, pero suerte para ganar esta batalla, suerte para que iluminen a las personas que desde la administración y la justicia tienen que poner orden en el Betis y suerte, para que Dios nos de salud de ver a Nuestro Betis, quien sabe cuando, otra vez celebrando un título. Ánimo. Esto es un tránsito que nos ha tocado vivir y que seguramente haya llegado ya al fin.