Anuncio

Colapsar
No hay anuncio todavía.

Anécdotas y recuerdos en el Benito Villamarín

Colapsar

Adaptable Foro

Colapsar
X
  • Filtrar
  • Tiempo
  • Mostrar
Limpiar Todo
nuevos mensajes

  • Re: Anécdotas y recuerdos en el Benito Villamarín

    Manolo el del bombo, sigue yendo a los partidos de España (de hecho está "patrocinado") y regentando su bar en Valencia y asistiendo a los partidos de Mestalla.

    Eso si, salió la historia de que su devoción por el fútbol le costó el matrimonio



    PD: Y hasta aqui, salsa rosa verdiblanca...

    Comentario


    • Re: Anécdotas y recuerdos en el Benito Villamarín

      Voy a compartir con vosotros una anécdota en el Villamarín un poco escatológica. Espero que no os arruine el almuerzo.

      Ocurrió hace tres temporadas en un Betis - Real Sociedad, fijado creo que a las diez de la noche, aunque el partido comenzó con retraso debido a un apagón en el estadio.

      Nada más salir de casa supe que algo no iba bien. Mis intestinos no habían asimilado bien lo que fuese que comiera a mediodía y mi dolor de tripa sólo encontraba cierto alivio mediante la descarga de unos trallazos que, si bien salían silenciosos, hacían pasar a todo el que se encontraba dentro de un radio de 3 metros de distancia unos segundos bastante desagradables.

      Durante el calentamiento mi padre, situado a mi izquierda, ya me advirtió tras una mirada asesina: "el próximo te lo pegas en las escaleras". Mi respuesta fue: "papá, que no puedo aguantarlo. No voy a perderme el partido por esto".

      Como los trallazos se iban sucediendo con una frecuencia cercana al cuesco cada minuto y medio, decidí probar apuntando hacia el lado contrario de mi padre, donde se hallaba una infortunada mujer de unos 45 años a cargo de dos niños.

      Al comprobar que mi padre no protestaba a pesar de mis innumerables e inmisericordes folluscos, no tuve reparos en, literalmente, freír a peos a aquella pobre mujer, que pasado el minuto 60 aguantaba estoicamente en su asiento con cara de sufrimiento pero girada totalmente hacia el asiento contrario, sin duda con el objetivo de salvar sus vías respiratorias.

      Mientras, los niños a su cargo jugaban ajenos a aquel crimen continuado, con nocturnidad y alevosía.

      Cuando marcó el Betis, tras el abrazo con mi padre, miré hacia la mujer, quien continuaba sentada aplaudiendo sin sonreír y mirándome de reojo. Quién sabe si aplaudía el gol o me aplaudía a mí.

      Ya en el descuento, uno de los niños, agotado, fue a abrazar a su madre. Entonces, poniendo fin a mi dolor intestinal, liberé el último cartucho, que fue recibido por madre e hijo. Fue entonces cuando al chico se le borró la sonrisa y mirando a su madre dijo muy bajito: "qué peste". La madre lo miró con cara triste y asintió lentamente. El niño le preguntó: "¿de qué es?". La mujer se encogió de hombros, segundos antes del pitido final.

      Jamás la volví a ver.

      Comentario


      • Originalmente publicado por betico_11605 Ver Mensaje
        Voy a compartir con vosotros una anécdota en el Villamarín un poco escatológica. Espero que no os arruine el almuerzo.

        Ocurrió hace tres temporadas en un Betis - Real Sociedad, fijado creo que a las diez de la noche, aunque el partido comenzó con retraso debido a un apagón en el estadio.

        Nada más salir de casa supe que algo no iba bien. Mis intestinos no habían asimilado bien lo que fuese que comiera a mediodía y mi dolor de tripa sólo encontraba cierto alivio mediante la descarga de unos trallazos que, si bien salían silenciosos, hacían pasar a todo el que se encontraba dentro de un radio de 3 metros de distancia unos segundos bastante desagradables.

        Durante el calentamiento mi padre, situado a mi izquierda, ya me advirtió tras una mirada asesina: "el próximo te lo pegas en las escaleras". Mi respuesta fue: "papá, que no puedo aguantarlo. No voy a perderme el partido por esto".

        Como los trallazos se iban sucediendo con una frecuencia cercana al cuesco cada minuto y medio, decidí probar apuntando hacia el lado contrario de mi padre, donde se hallaba una infortunada mujer de unos 45 años a cargo de dos niños.

        Al comprobar que mi padre no protestaba a pesar de mis innumerables e inmisericordes folluscos, no tuve reparos en, literalmente, freír a peos a aquella pobre mujer, que pasado el minuto 60 aguantaba estoicamente en su asiento con cara de sufrimiento pero girada totalmente hacia el asiento contrario, sin duda con el objetivo de salvar sus vías respiratorias.

        Mientras, los niños a su cargo jugaban ajenos a aquel crimen continuado, con nocturnidad y alevosía.

        Cuando marcó el Betis, tras el abrazo con mi padre, miré hacia la mujer, quien continuaba sentada aplaudiendo sin sonreír y mirándome de reojo. Quién sabe si aplaudía el gol o me aplaudía a mí.

        Ya en el descuento, uno de los niños, agotado, fue a abrazar a su madre. Entonces, poniendo fin a mi dolor intestinal, liberé el último cartucho, que fue recibido por madre e hijo. Fue entonces cuando al chico se le borró la sonrisa y mirando a su madre dijo muy bajito: "qué peste". La madre lo miró con cara triste y asintió lentamente. El niño le preguntó: "¿de qué es?". La mujer se encogió de hombros, segundos antes del pitido final.

        Jamás la volví a ver.
        Enorme

        Comentario


        • Re: Anécdotas y recuerdos en el Benito Villamarín

          Originalmente publicado por Quo vadis? Ver Mensaje
          Si del Villamarín se trata, las brasileñas bailando en la grada durante el mundial 82.

          Ahí nació mi naturaleza erótica.

          Contra eso, no hay recuerdo del Betis que pueda resistirse.
          Que buena memoria selectiva tiene usted.. bailes brasileños... ummmm

          Comentario

          Adaptable footer

          Colapsar
          Espere un momento...
          X