El plante masivo de los controladores ha creado una situación sin precedentes. Ni la medida de presión de los controladores se había planteado en términos tan duros (por sorpresa, en un momento crítico como el Puente de la Constitución...) ni la respuesta del Gobierno había sido nunca en democracia de tales dimensiones (militarización del control aéreo, órdenes de regreso a los controladores, revisiones médicas a los bajistas). Lo que ocurre y puede ocurrir puede explicarse en unas pocas preguntas y respuestas para aclarar una sola: ¿y ahora qué?

¿Qué supone la militarización?

El control aéreo español queda a las órdenes del Ministerio de Defensa. Mandos del Ejército del Aire se han desplazado a los centros de control aéreo de Sevilla, Barcelona, Madrid y Canarias para supervisar la gestión de los centros de control de vuelo. Además asumen el control de nueve aeropuertos civiles y de los aeródromos compartidos de Salamanca, Valladolid, San Javier, Talavera, León, Zaragoza, Cuatro Vientos y Torrejón de Ardoz (estos dos últimos sitos en Madrid).

¿Qué ocurre si no hay controladores en las torres?

El Estado Mayor del Aire ha ordenado la vuelta a sus puestos de trabajo de los controladores. Pueden ocurrir dos cosas. Que no acudan o que no obedezcan las órdenes que se le den. Si los controladores no van a trabajar, la Guardia Civil o la policía tiene instrucciones de ir a buscarlos a sus casas para comunicarles que existe la orden de volver a sus puestos. Si se niegan a obedecer a la autoridad militar bajo la que han quedado sometidos por el decreto del Gobierno, se les abrirá atestado y se les puede acusar de un delito de desobediencia, que puede ser castigado, según el grado del supuesto delito cometido, con entre seis meses y seis años de prisión menor (de seis meses a seis años).

¿Y si, una vez en las torres, no quieren obedecer a los militares?

Si los controladores que van a trabajar deciden desobedecer, los guardias civiles que acompañan a los coroneles que tomarán el mando de las torres de control también les abrirán atestado. Se arriesgan a ser juzgado por el delito penal de desobediencia, penado con entre seis meses y seis años, como en el caso anterior.

¿Qué medidas se han tomado para llevarlos a trabajar?

De momento, según fuentes policiales, Policía y Guardia Civil han recibido instrucciones de la Agencia española de Seguridad Aérea (AESA) para identificar a todos lo controladores reunidos en el Hotel Auditorium de Madrid, a tiro de piedra del aeropuerto de Madrid-Barajas. Los agentes han ido acompañados de funcionarios de AESA, que le han explicado a los controladores que están cometiendo un presunto delito.

¿Cuándo se retomará la normalidad?

Depende en buena medida de los propios controladores, pero la presencia de militares hará que comience a fluir el tráfico aéreo. Como ha dicho el vicepresidente Rubalcaba, el Ministerio de Defensa pasa a tomar el control del espacio aéreo "hasta que existan garantías de que se restablezca la normalidad por parte de los controladores civiles".

Y el caos, ¿cuándo remitirá?

La magnitud del caos y el número de personas afectadas -hasta 330.000, según fuentes de AENA- hará difícil que la normalidad se recupere en cuestión de horas. La crisis comenzó en un momento crítico, en el inicio del Puente de la Constitución, y los retrasos acumulados, los vuelos cancelados se recuperarán a duras penas. Ninguna fuente se atreve a precisar cuándo volverá la normalidad. Iberia quiere recobrar la normalidad a partir de las once de la mañana de este sábado "de forma progresiva".