Re: Me golpearon dándome patadas hasta que perdí el conocimiento

Si claro, Félix. Pero nuestra implicación individual no va más allá de escribirlo aquí y poco más. Se necesita que los gobiernos se impliquen y no miren intereses o prebendas.
Devil, tienes razón, cada vez son más los marroquíes estudiantes en Europa y en ESpaña, y al menos, en mi caso, estas chicas son las más listas y las que mejores resultados tienen. Ellos tienen mucho que hacer y que decir en el logro de las libertades de su país.

Re: Me golpearon dándome patadas hasta que perdí el conocimiento

joé, llevo 10 minutos riéndome.

Re: Me golpearon dándome patadas hasta que perdí el conocimiento

Nuestra implicación debe pasar por apoyar cambios sustanciales contando con los actuales gobernantes, nuestros intereses, por desgracia, son muy importantes, y debemos estar muy vigilantes. Por lo demás tienes razón.

Re: Me golpearon dándome patadas hasta que perdí el conocimiento

En Egipto ninguna de las plataformas opositoras laicas está acaparando protagonismo en la nueva toma de decisiones. Por un lado, los militares tienen el gobierno, y por el otro, los líderes integristas están ocupando el espacio desplazando a los originales inspiradores de la caída de Mubarak. Hay que estar vigilantes, porque esa deriva no es ni democrática, ni deseable para nosotros.

El que es fanático lo es y lo será siempre independientemente de que tenga tres, cuatro o veinte carreras. Da igual la religión, ideología política o motivaciones varias en las que fundamente su radicalismo, pero es una realidad palpable que el perfecto caldo de cultivo para que los integristas se hagan con el poder en un estado es la ignorancia y la pobreza, y de ambas cosas hay muchas en Marruecos, menos que en Egipto, pero las hay. Tienes razón, hay muchos jóvenes marroquíes que estudian y trabajan en Europa, en ellos -y ellas- hay que poner la esperanza en el futuro, pero se enfrentan a dos dificultades; la primera, el propio régimen que no está dispuesto a darles cabida; la segunda, que el dinero lo tienen ahora mismo las organizaciones religiosas ultraconservadoras que al mismo tiempo que hacen "obras de caridad", captan gente, también joven, pero que no ha podido irse a estudiar al extranjero.