Es verdad que la hora es horrible, es verdad que el Martes se trabaja. Y todo lo que se quiera alegar para no ir.
Pero después de esta alegría histórica, nosotros tenemos que dar la cara, tal y como el equipo ha hecho hoy en el Bernabéu.
Corresponder a los jugadores, que miren a la grada y que vean más de 45.000 locos verdiblancos partiéndose las manos a aplaudir, para que sepan que si ellos se siguen partiendo la cara por el escudo, nosotros estaremos a la misma altura y responderemos llenando el campo sea el día que sea, aunque nos pongan un Miércoles a las 12 de la noche.
El Lunes TODOS AL CAMPO. A dejar la tele apagada en casa, y que los jugadores oigan nuestra ovación a la salida al terreno de juego.
Por fin (tras muchos años de travesía por el desierto), estos tíos de verde lo merecen.
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