Tercera derrota seguida del Real Betis en el Benito Villamarín en el encuentro correspondiente a la décima jornada de la Liga de Primera división. Una nefasta primera parte del equipo de Pepe Mel, que volvió a equivocarse de inicio en el equipo y en el planteamiento, y un gran encuentro jugado en su conjunto por el Athletic de Ernesto Valverde, hicieron que el resultado al descanso se fuera con 0-2 con dos goles de Williams, el segundo de muy bella factura. Luego, Rubén Castro acortó distancias de penalti pero Raúl García cerró al final la cuenta para los bilbaínos en el tramo final del encuentro, cortando la reaccion verdiblanca.


El Betis parecía de la primera parte se había mimetizado con la fiesta de Halloween, puesto que hizo unos primeros cuarenta y cinco primeros minutos de auténtico horror. Mucho mérito para los aficionados que desafiaron a la lluvia acudieron para animar al equipo a que consiguiera su segunda victoria como local. Hasta un niño puede hacer un resumen de la primera mitad diciendo que fue un partido de aviones contra tractores.

El Athletic, y su entrenador Ernesto Valverde desde la dirección técnica, le dieron un soberano baño de fútbol al Betis de Pepe Mel. El técnico madrileño planteó un inicio de partido para tener el balón, pero ni lo tuvo, ni lo robaba y en el centro no cerraba la superioridad creada por los rojiblancos con la posición de Raúl García. Pero es que tampoco hubo reacción ante eso por parte de Mel, hasta el descanso.


Pues en los primeros cuarenta y cinco minutos al Betis de Mel le cayeron dos goles, los dos obra de Iñaki Williams. El primero, otra vez en el arranque, esta vez en el minuto ocho de juego. Una falta de entendimiento entre Joaquín y Portillo a la hora de despejar un balón en un córner, provocó que el balón quedase muerto para el delantero vasco y de un zapatazo pegado al palo batió a Adán. El Betis no corregía nada, lo intentaba sin suerte por medio de Joaquín y Rubén Castro, y el Athletic seguía a lo suyo. A la contra, creó un peligro tremendo ante la portería de Adán, que incluso tuvo que salvar alguna que otra ocasión. El resultado empezaba a ser corto en el marcador del Villamarín, hasta que llegó el segundo tanto bilbaíno. De nuevo una jugada al contragolpe por banda izquierda, caía Aduriz al flanco zurdo y le puso un balón certero a Williams que se sacó el recurso del tacón para batir de nuevo a Adán, un tanto de muy bella factura. Con ese segundo gol y pitos de la afición bética a sus jugadores y también a su entrenador Mel se llegó al descanso.


En la salida, Mel intentó cambiar el partido retirando a Portillo y dando entrada a Didier Digard para acompañar a Ndiaye y cerrar por el centro el partido y adelantar a Dani Ceballos más a la mediapunta. El partido avanzaba e incluso Adán tuvo que salvar con los pies ante Raúl García el que podía haber sido el tercer gol para el Athletic. El Betis seguía sin decir absolutamente nada en su juego y continuaba a merced de un rival que hacía lo que quería con un juguete roto enfrente. La partida táctica ya estaba perdida con la nefasta primera mitad y el 0-2 era una losa tremenda para los verdiblancos., que no mostraban reacción. Para más inri, Mel dejó entrever que se equivocó con el cambio de Molinero por Varela en el once inicial para tapar a Williams, y tuvo que introducir al granadino para corregir.


El Betis y el Villamarín se iban a meter en el partido. Joaquín se inventó una jugada por la izquierda que fue cortada por mano dentro del área, primero por Williams y después por Laporte, que ya tenía una amarilla y el colegiado González González no estimó en mostrarle la segunda. Rubén Castro batió en el minuto 66 a Iraizoz para llevar la fuerza que le faltaba al partido y a la afición del Betis. El tanto espoleó al Betis y a la grada y se vino arriba. Empezó a tener más el control del balón, e incluso del partido. Tuvo el empate. Van Wolfswinkel recibió de espaldas ante Laporte y se dio la vuelta, inició la carrera, se metió en el área y se perfiló para el disparo cruzado al que no llegó Varela por muy poco. Aduriz pudo acabar con todas las esperanzas béticas poco después, porque se marchó de Pezzella dentro del área y se puso de gol ante Adán, pero el meta madrileño mantuvo al Betis en el partido. Con el 1-2, Mel decidió dar entrada a Jorge Molina y quitó a Dani Ceballos, que se fue entonando en el partido conforme el Betis se fue metiendo en el mismo. División de opiniones del público con el canterano de Utrera. Pero no surtió efecto y la reacción del Betis se quedó tímida. El Athletic marcó el tercero y el público se comenzó a marchar, Aduriz dio una asistencia de cabeza a Raúl García, que se encontraba solo en la frontal, y de volea batió a Adán.


Decepción final en el aficionado del Betis, que cosecha su tercera derrota consecutiva en el Benito Villamarín y no conoce la victoria desde comienzos del mes de octubre, cuando venció al Rayo Vallecano en Vallecas. Ha caído a la 13ª posición de la tabla clasificatoria al término de la décima jornada liguera y sigue sumando 12 puntos, cinco más que los puestos que dan lugar al descenso de categoría. Mucho que mejorar y que trabajar por parte de Mel y de sus jugadores, que siguen sin tener claro a qué jugar como local en lo que va de inicio liguero de Primera división.