Para mí el jugador de mi vida en el Betis y el de mi hija es Joaquín. Conocí a Gordillo y a Cardeñosa pero realmente era yo pequeño y no es lo mismo. Todas las Loas , los homenajes y todo lo que hagan es poco. Jugador estandarte, emblema del Beticisno, capitán eterno 17 y me quedo corto. Pero es que Señores en menos de 48 h , nos jugamos las papas contra Osasuna y aquí ya se ha instalado el modo fiesta y distracciones a ti plen, aquí nadie habla de fútbol y va a pasar lo mismo que el día del Manchester que tocaba la remodelación del Estadio. Y ya sabemos que nos metieron 4. No entiendo a nuestros dirigentes y ya habido tiempo durante el mundial o en septiembre de haber dicho que se iba. A falta de 9 partidos lo veo fuera d lugar. Conociendo lo que nuestros dirigentes tienden a relajarse y relajar a todos los estamentos y con la feria de por medio y jornada intersemanal a la vista. Cero distracciones que en una semana nos jugamos la champions. Ojalá pueda jugar Joaquín los últimos 10 minutos de todos los partidos.por que ya tenemos los partidos resueltos.

La retirada de Joaquín Sánchez, una figura esencial en la historia del Betis, bien merece una reflexión profunda. Y la merece porque se va un mito, una leyenda incuestionable por su trayectoria y números en verdiblanco. A la altura de Del Sol, Gordillo, Esnaola y Cardeñosa, una barra más del escudo, un capítulo estelar de nuestra vida en verdiblanco.

Hablar de Joaquín es hablar de buena parte de la historia del club en este siglo XXI. Para bien, pero también para “no tan bien”. Cuenta la leyenda (que dicen que no lo es tanta), que su descubridor, el gallego Fernando Vázquez, el precursor de aquel Betis que terminó siendo campeón de Copa en el año 2005, tuvo que sacarlo de su cama por la oreja para que jugara un amistoso en La Algaba en los inicios de la temporada 2000-2001. El Betis derruido tras el vergonzoso descenso del año 2000 y la rebelión de Mérida, resurgiría de la mano de un grupo de canteranos fantástico liderados por este portuense con cara de niño travieso, pero con una bonhomía fuera de toda duda.

Su ascenso fue, sencillamente, espectacular. Titular indiscutible siempre, en sus primeros seis años en la primera plantilla bética se hizo internacional absoluto, jugó dos mundiales y un europeo, ganó un título de Copa y se paseó por los campos de la Liga de Campeones. Durante ese periodo de tiempo se vio en ocasiones a un Joaquín demasiado “guadianesco”, con pancarta incluida a principios de 2004 en el Gol Norte del Villamarín en la que se le tachaba de “mentira”. A finales de ese año, el todopoderoso Chelsea inglés llamó a su puerta…

Su marcha frustrada a Inglaterra fue quizás el primer gran error en su carrera deportiva. Cierto es que esa decisión le permitió saborear las mieles de la gloria con el Betis apenas 6 meses después, pero no menos cierto es que año y medio largo tras su “no” a Abramovich y Mourinho, dio una rueda de prensa desesperada en las oficinas del Villamarín, en las vísperas del inicio de la Liga 2006-2007, para pedir que le dejaran marcharse al Valencia. Otro error derivado del inicial y que, sorprendentemente, no le ha pesado en su relación con la afición.

De las orillas del Turia a Málaga, y de allí a Florencia. Una larga carrera con un rendimiento acorde, en líneas generales, a su enorme talento y fortaleza física, pero lejos de los triunfos de verdad. Logró otra Copa con el Valencia, en mitad de una relación más que tormentosa con su entrenador, el holandés Koeman, y en la que participó poco. Pero quizás el golpe más duro de su carrera vendrá con su salida de la Selección.

Aragonés no le perdonó sus palabras tras el Mundial de Alemania 2006, en las que Joaquín, de manera innecesaria e imprudente calificó la gestión del de Hortaleza como “caos y despelote”. Quizás apostó por su segura salida aclamada tras el fiasco mundialista, quizás se alineó con algunos veteranos como Raúl, abiertamente contrarios al de Hortaleza… El caso es que el entrenador le devolvió en plato muy frío su venganza: le llevó casi siempre a las eliminatorias de la Eurocopa 2008, pero le dejó fuera de la lista final. Recientemente, el propio Joaquín confesó (como siempre suelen hacerse estas cosas, cuando ya nada se espera y hay poco que perder) que no le había gustado nada la actitud del técnico madrileño con él. Hace pocas semanas, fue silbado en el Wanda Metropolitano por esta tardía pasada de factura.

Su cantado regreso al Betis para retirarse fue una decisión acertada para él. Volvía a un club alicaído, huérfano de triunfos, ídolos y referentes. Y se acercó al nuevo poder. Tuvo la visión (o estuvo bien asesorado) para estrechar la mano de los nuevos dirigentes del club, provenientes primero de una intervención judicial, y ahora herederos directos de un pacto impresentable que le está costando caro a las arcas de la entidad.

En sus últimos años ha tenido amplia vida dentro y fuera de los terrenos de juego. Se ha convertido en imagen indiscutible y positiva de la institución, más allá de algunas sonoras meteduras de pata y excesiva sobreexposición mediática. Pero a él se le permite y perdona todo. Es, simplemente, Joaquín. El destino le tenía preparado un último gran baile, un fantástico triunfo en la Copa del Rey, en sede sevillana, para marcharse por la puerta grande. Su penal en la tanda fatídica que nos llevó al paraíso estuvo a centímetros de quedarse en el camino, pero esta vez la suerte no fue esquiva: jugador con más partidos con la camiseta del Betis, jugador con más finales jugadas con la camiseta del Betis, y jugador con más títulos en la historia del club. Casi nada.

Se va Joaquín, aunque no del todo, y es inevitable pensar qué hubiera sido de él si no tuviera ese carácter (dicho por alguno de sus entrenadores) que parece que le da igual todo. Qué hubiera sido de él si hubiera jugado en un gigante de Europa como hicieron Del Sol o Gordillo… Qué más da, quizás no hubiéramos disfrutado tanto de esta rara avis, muy necesaria en un mundo del fútbol tan mercantilizado y sucio. Además ¿quiénes somos los demás para juzgarle si él es feliz así, y hace felices a tantas personas?

Muchas suerte Joaquín, la mereces.

2 cosas:

Lo primero: la chavala es una artista, el mural le queda del caraho.

Lo segundo: la chavala está un poco buena.