La Maglia Verde: Cuarto anillo 1-1. Real Betis vs Valencia CF.

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1 - 1
Tiempo completo
Antony 40'
1-0
1-1
75' Rafa Mir
Colegiado: Del Cerro Grande
VAR: García Verdura

Penúltima ocasión esta temporada en la que nos enfundamos la maglia verde para analizar el partido del Betis desde un aficionado a la bicicleta. Y afortunadamente no es la última porque, tratándose el pasado viernes de la intrascendente última jornada del campeonato liguero, el miércoles tenemos una cita con la historia. Final de la Conference League en Breslavia frente al Chelsea. Será esa la última crónica de esta exitosa temporada en la que de nuevo hemos clasificado para  Europa.

El partido contra el Valencia tuvo debate en la previa, pues el ingeniero apostó por un once bastante reconocible y presuntamente titular para el viernes. Argumentos a su favor: la distancia en tiempo hasta la final y la necesidad de llegar con el ritmo competitivo adecuado. En contra el temor a alguna posible lesión. En ciclismo pasa algo parecido, los lunes de la segunda y tercera semana de una gran vuelta los corredores tienen que salir a entrenar, a pesar de lo que llevan encima. Es una ruta corta (para ellos) y sin excesivo esfuerzo para que el cuerpo siga en esa tensión para competir. Si no que le pregunten a Perico Delgado y Ángel “el salvaje” Arroyo en aquella famosa jornada de descanso del Tour de 1983. Aquel Tour que fue punto de inflexión en el ciclismo español y también se recuerda por la expresión tan reconocida de que “los ciclistas están hechos de otra pasta”, pues Pascal Simon se rompió el omóplato yendo de amarillo y lo pudo seguir portando seis jornadas más…. Eso los pross, los aficionados al ciclismo que ya tenemos una edad coger la forma cuesta un mundo pero perderla es cuestión de estar pocos días sin salir… En conclusión,  los que saben de lo que va esto lo consideraron como lo más adecuado.

El partido contra el Valencia tuvo más el hecho emotivo en sí de ver el estadio con la actual fisonomía y previo al derribo de las gradas que se construyeron para el mundial 82 de preferencia, anfiteatro y voladizo. Recuerdo los viejos palquitos de aquella preferencia antigua con mi padre llevando de cada mano a  mi hermana Marisa y a mí siendo unos críos, incluso en brazos porque yo todavía ni andaba. Encontrarnos con los socios colindantes partido tras partido y temporada tras temporada era como el recuentro con un familiar. Dos años a la Cartuja, que rugirá como sólo lo hace los Campos Elíseos cuando asoma la cabeza de carrera en la última etapa del Tour. Habrá grada nueva y estadio espectacular, y la cabeza de mi padre asomará como la de tantos otros béticos que se marcharon al cielo  desde el eterno cuarto anillo, el paraíso celestial.

El partido contra los levantinos tuvo poca historia. De nuevo Antony nos deleitó con un soberbio golazo de los que ya nos tiene acostumbrados. Vaya fichaje y vaya rendimiento, aunque un amplio sector de la prensa local predijera su fracaso. Afortunadamente erraron como en otras ocasiones, agarrar un micrófono o una pluma para atizar desde la inquina o el bufandeo es fácil, como lo es elegir a los buenos profesionales de la información. El tiempo pone a cada uno en su sitio y los que toman las decisiones son profesionales con conocimiento y experiencia. Respecto al partido, tablas al final y lo realmente importante es que no hubo ningún percance en modo de lesión que lamentar.

Para el miércoles, según los entendidos y las modernas casas de apuestas, somos un tapado. Mejor, mucho mejor no ir a un partido que decide un título con el cartel de favorito. Ya veremos lo que pasa en el campo, porque en la carretera es lo mismo. ¿Quién iba a pensar que Isaac Del Toro mostraría tal dominio en el Giro vestido de rosa cuando se suponía que iba de gregario de Ayuso en el UAE? Ya veremos lo que pasa porque en la historia del ciclismo ha habido muchas bicefalias entre líderes de escuadras y corredores emergentes con los que nadie contaba: Lemond e Hinault en la Vie Claire del 85, más recientemente Nairo y Valverde en Movistar o la actual del  mexicano del Toro con nuestro Ayuso en UAE. Al final el asfalto decidirá como el balón en el campo. Yo confío, porque es el Betis, hay recursos  y sabemos de lo que es capaz.

La final la veré con mis hijos pero con la mente puesta en mi padre, seguro que me tranquilizaría como lo hacía siempre camino del Villamarín. Y si ganamos lo primero que haré para celebrarlo será por él, pero si no lo conseguimos también. Porque a mí me enseñó a querer al Betis como se quiere a la familia, en el triunfo pero sobre todo en la derrota.

Vamos Betis alé, a por la copa. Somos legión en la tierra los que te queremos, pero en el cielo hay muchos más. Por ellos, por los que escribieron nuestra bendita historia a lo largo de tantos años. Siempre incondicionalmente contigo. Vamos allá.

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