 
1 - 0Tiempo completo |
| C. Benavidez 56' | 1-0 | |
| Colegiado: Iglesias Villanueva |
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El Betis se despidió de la Copa del Rey al tercer sorbo. Lo hizo contra el primer rival de entidad que se le cruzó en el camino tras los dos extremeños. El Deportivo Alavés fue el verdugo de los de Pellegrini, en el único choque de esta ronda entre equipos de Primera División. Eliminatoria de dieciseisavos de final, como es sabido, a partido único.
Curiosamente, pese a ser dos clubes históricos, solo un precedente copero entre los dos conjuntos, en mayo de 1964. Fue en dieciseisavos de final y el Betis pasó de ronda tras empatar a 1 en Vitoria y vencer en la vuelta en Heliópolis por 5 goles a 3. Ahora las tornas históricas se igualan.
Los de Pellegrini venían de perder con poca honra en Vigo 3 días atrás. El chileno dispuso como principales novedades a Mendy como central, Ruibal y Miranda en los laterales, Altimira junto a Marc Roca en la sala de máquinas y Assane Diao como delantero centro, después del pobre rendimiento de Borja Iglesias y Willian José. En tres cuartos Isco, Ayoze y Rodri eran los responsables de la creatividad ofensiva. Como novedad, Fekir regresaba a una convocatoria bética, aunque lo hizo como suplente y entró en el segundo tiempo.
Mientras, el Alavés tenía numerosas bajas, especialmente en el centro de la defensa, donde Luis García Plaza tuvo que formar con dos laterales, Rubén Duarte y Tenaglia, como centrales. En ataque, Kike García salió en punta de inicio en una alineación donde solo 4 jugadores repitieron titularidad con respecto al último choque de Liga, en el que el equipo babazorro rozó la victoria en San Sebastián.
Iglesias Villanueva fue el árbitro de la contienda, pero esta vez sin ayuda del VAR, ya que en esta ronda de Copa aún no se utiliza el videoarbitraje.
Primera parte de continuo tanteo. El Alavés salió agresivo buscando el tanto pronto, y el primer cuarto de hora fue netamente local. Hasta 4 corners botaron los vitorianos en los primeros 10 minutos, en los que Tenaglia cabeceó al poste y Marc Roca fue amonestado.
Pero en el minuto 15 el empuje del Alavés terminó. El Betis empezó a controlar la pelota y merodear, aunque sin peligro, la meta de Owona. Assane Diao en el minuto 17 efectuó el único disparo entre palos de los dos equipos en todo el primer tiempo, lo que da una idea del nivel futbolístico de este tramo.
Los verdiblancos intentaban crear peligro al ralentí. Apenas lo consiguieron en dos ocasiones: una de Assane Diao y Marc Roca a la media hora de partido que termina sin ni siquiera remate a puerta, y otra en la que un pillo Ayoze está cerca de obtener premio en una indecisión de la defensa blanquiazul, ya al borde del descanso.
Con poco más se llegó al túnel de vestuarios. Partido tan frío como el clima hoy en Vitoria, donde la lluvia no cesaba.
Pellegrini cambió a Marc Roca por William Carvalho al descanso por la amonestación mencionada. Esto, lejos de espolear al equipo, lo aniquiló. El Betis se borró del partido en el segundo tiempo, donde mostró la pobre versión de Vigo.
Al Alavés le bastó un arreón similar al de la primera parte para finiquitar la eliminatoria. Porque esta vez, además de intensidad, tuvo acierto. Nada más salir de vestuarios los vitorianos apretaron, con Kike García cercando el gol dos veces, pero en ambas Mendy le estorbó lo suficiente. Luis Rioja también lo intentó por su parte. No hizo falta esperar mucho más: en el minuto 57, en una acción en la que los vitorianos atacaron por acumulación, un cúmulo de errores del Betis, incapaz de despejar un simple balón, acaba con la pelota franca en la frontal del área para que Benavídez, raso, flojo y ajustado, anote el 1-0. El Alavés se adelantaba merecidamente al filo de la hora de partido.
Sin embargo, el gol no espoleó al Betis, que solo hizo un tímido gesto de igualar en la jugada siguiente mediante una acción de Ayoze. Y ya. Se acabó. La media hora restante de partido fue un monólogo, asedio por momentos, del Alavés. Ni calidad. Ni intensidad. Ni coraje. Ni los cambios de Juan Cruz, Fekir y Willian José. El Betis simplemente desapareció cuando más debía aparecer. Nulo en los duelos por alto, timorato en los duelos por bajo. El Betis no existió, sólo 3 días después de hacer lo mismo en Balaídos, justo en un torneo en el que no se puede fallar, el Betis falló. Y lo hizo con muchísimo estrépito, lo hizo después de decir que se tomaba esta competición en serio. Incapaz de hilar pases, ataques o jugadas sencillas ante un rival teóricamente inferior, lleno de suplentes y jugándose la vida en la Liga. El Betis simple y llanamente se apagó.
No hay mucho más que comentar del partido: el Alavés dominada, el público disfrutaba, el Betis bajaba los brazos y se rendía. Los minutos corrían, el destino estaba escrito. Era imposible la igualada porque cuando algo no se intenta, es inalcanzable.
Las trece barras quedan manchadas tras una semana nefasta, en la que el Betis no ha competido ante equipos a los que debería ganar con solvencia.
Veamos si Pellegrini es capaz de revertir esto, porque la crisis es evidente, y el tramo de la temporada es clave.
