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| Colegiado: Busquets Ferrer |
| VAR: González Fuerte |
Primera visita liguera de la temporada 24-25 recién inaugurada en Mendizorroza. Vitoria es
cuna de grandes ciclistas y con una magnífica afición por el ciclismo. De hecho, Álava es de las que más ciclistas españoles aportan a la Vuelta, que se está corriendo precisamente en estas fechas por nuestra calurosa Andalucía, con hasta cuatro corredores con Mikel Landa como estandarte. Algún día haremos alguna reflexión sobre las semejanzas entre el landismo y el beticismo, pues hay ciertos paralelismos en cómo se vive el ciclismo y el fútbol respectivamente. Siempre que recordamos el ciclismo alavés me viene a la mente la horrible caída que tuvo el extraordinario ciclista de la erra Joseba Beloki bajando la Rochee y donde Armstrong se libró por hacer un recto por el campo. Aquel Tour pudo ser de Joseba, pero esa fatídica caída se interpuso con la merecida gloria. Tan dura fue que ahí Joseba no volvió a ser el mismo, y es que en el deporte como en la vida hay situaciones puntuales que te hacen dar un giro a la situación de 180 grados.
Dos puntos de seis llevamos en este inicio liguero, pero haciendo una lectura sosegada de los pardos perfectamente por ocasiones se pudo hacer pleno. Comparto grupos en redes sociales con otros béticos y, como lógicamente, tienes que haber gente para todo, la lectura que hacen es pesimista. Yo, sin embargo, y creo que es por la bicicleta, soy de naturaleza optimista y me gusta ver el vaso medio lleno en vez de medio vacío. Ocasiones se generaron de sobra ante el Girona y ayer ante el Alavés. Si se queda la sensación de perder esos cuatro puntos y andar con el freno echado también es porque el equipo los pudo ganar perfectamente y fue mejor que el contrario. También está el factor puramente resultadista: Si hubieran entrado las oportunidades de gol y hubiéramos hecho pleno, la interpretación sería radicalmente otra.
Faltan elementos básicos como Isco, el faro indiscutible del equipo, y la gente que defina arriba, como los sprinters Bakambú y el recién incorporado Vitor Roque. Una gran vuelta no se decide en las primeras etapas.
En el comienzo del pardo de ayer el Betis no salió bien. Desde que se dio el banderazo de
salida el equipo local, con una fuerte e incómoda presión, limitó mucho nuestra salida de
balón. Es como el arreón que se da en el inicio de las carreras hasta que se conforma la fuga y luego se tranquiliza un poco la cosa como pasó ayer. Esa presión era imposible de mantener y poco a poco el Betis se fue haciendo con el mando del pardo. Tras esos veinte primeros minutos nos empezamos a sacudir el ímpetu alavesista, que no generaron ninguna ocasión clara, aunque nos hizo sufrir por las insistentes llegadas por nuestro lateral izquierdo, donde el debutante Ricardo Rodríguez no estuvo bien, de hecho fue sustituido en el descanso. Sostenido por la pareja de centrales (Diego Llorente me parece un gran fichaje y está llamado a liderar la defensa verdiblanca) se pasó por esos momentos de apuro y mal juego.
Dispuso el Betis de una buena ocasión en un remate de Juanmi que se fue alto y ahí pareció que empezó a aflojar el Alavés. Poco más que destacar en la primera parte, con la sensación de que la calidad de algún futbolista pudiera decidir el pardo. Y así pudo ser.
La segunda parte fue de dominio bético. El Betis era el que llevaba las riendas y el equipo local, ya sin esa capacidad de presión, se ponía a rueda en la búsqueda de algún contragolpe que le diera el máximo premio. Ahí ya se vio mejor a Carvalho, pero la mejora definitiva vino con los cambios de Abde y Chimy Ávila.
Y con la cercanía de la meta vino el momento clave: Fekir se plantó ante el portero por la
derecha con todo para marcar gol, una acción que difícilmente suele fallar el francoargelino,
pero disparó al portero que atajó cuando ya cantábamos gol. El jugador hizo autocrítica en la entrevista post pardo porque él está para eso, para marcar las diferencias y resolver pardos. Gozó de otra clara ocasión Fekir, pero estaba claro que no era su día cara a puerta. Ya en las vallas de la recta de meta, el descuento, Chimy Ávila que me gustó el rato que estuvo en el campo, pegó un buen zapatazo que el meta local consiguió mandar a córner haciendo alarde de unos buenos reflejos.
Empate final y sensación de que, salvo los primeros malos veinte minutos, nos pudimos llevar tres. Pero esto no ha hecho más que comenzar y el jueves tenemos la cita más importante a corto plazo, el pase a la liguilla de Conference que permita al Betis seguir compitiendo en Europa. Se encarriló bien en la ida y sin confianzas se debe superar el escollo. Y para el fin de semana tendremos la visita al siempre majestuoso Santiago Bernabéu con un Real Madrid plagado de estrellas. Pero somos el Betis y hay que afrontar ese puerto de máxima categoría con toda la ilusión, pues ni sería la primera vez que puntuamos y llevamos una buena racha allí estos últimos años. El mejor escenario posible para soltar el freno y lanzarse a tumba abierta.
Vamos Betis, a seguir pedaleando con fuerza e ilusión. Lo mejor está seguro por venir.
