Ha tardado en arrancar el Betis en el mercado veraniego, ya que, desde que terminó la Liga en el Bernabéu hace dos meses, solo había conseguido concretar un fichaje (que ya tenía amarrado desde abril). Por eso, la incorporación de Pedraza ha servido para calmar unas aguas revueltas que ya se empezaban a convertirse en marejada tras la salida de Serra Ferrer del club.
No obstante, el anuncio de este fichaje ha vuelto a llenar de optimismo a la parroquia verdiblanca, no solo por la adquisición de un joven jugador con mucha proyección y que en los dos últimos años ha dado un gran rendimiento en nuestra liga (por lo que no necesita apenas período de adaptación), sino que lo ha conseguido en unas condiciones económicas muy ventajosas para el club, lo que completa una gran gestión para el refuerzo para la banda izquierda verdiblanca.
Pero, ¿qué ha conseguido el Betis con la incorporación de Alfonso Pedraza? En primer lugar, cubrirse las espaldas en el caso de la salida de Junior con un jugador con características similares (trayectoria, velocidad, potencia…) y, además, reforzar una banda izquierda que la pasada temporada dio muchos quebraderos de cabeza con la lesión del hispano-dominicano.
Aun así, hay que poner en contexto este fichaje. El cordobés ha destacado desde sus inicios por ser un incisivo extremo en Lugo y Vitoria, donde completó dos grandes temporadas y empezó a llamar la atención de clubes más potentes. Tras estas dos cesiones, Pedraza lo intentó el pasado año en Villarreal, pero no terminó de encontrar su sitio en el equipo a pesar de la mala racha del equipo.
Fue con la vuelta de Calleja al equipo y la reconversión del esquema a los tres centrales cuando el jugador zurdo encontró de nuevo su mejor versión en el carril izquierdo, arrancando desde atrás y llegando con mucha potencia al área rival, siendo decisivo en los últimos metros para la salvación final del submarino amarillo.
En principio, Pedraza tiene un mejor encaje en el extremo del 4-3-3 de Rubi que en el lateral, ya que aún no tiene tan asimilados los conceptos defensivos que le exigiría una defensa de cuatro. Sin embargo, la rapidez con la que el andaluz se adaptó al carril en solo un año invita al optimismo para que pueda seguir mejorando sus prestaciones para poder convertirse en una competencia real para Junior.
Sea como fuere, el Betis ha fichado a un gran jugador con mucho futuro que, a poco que siga mejorando con la camiseta verdiblanca, rentabilizará esos 14 millones que figuran en su opción de compra. Un reto para el jugador de 23 años que busca asentarse en un club tras pasar por cinco ciudades en tan poco tiempo y que sus arrancadas por la banda izquierda duren mucho tiempo.