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| Colegiado: Busquets Ferrer |
| VAR: Del Cerro Grande |
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El Real Betis recibía al Deportivo Alavés en la jornada 25 del Campeonato Nacional de Liga, 3 días después de no haber comparecido en su cita europea contra el Dinamo de Zagreb. Los 43514 espectadores que se dieron cita en el Villamarín esperaban una predisposición muy diferente de los suyos a la perpetrada entre semana, pero el empate cosechado no les resarce.
Al jugar tan tarde, el Betis ya conocía los resultados de sus rivales por la sexta plaza: empate del Valencia como local y victoria agónica de la Real Sociedad en Mallorca, con lo que ganar hoy era indispensable para distanciarse del equipo che y seguir el ritmo de los vascos. Por si fuera poco, el Alavés apeó esta temporada al Betis de la Copa del Rey, con lo que el choque tenía tintes de revancha.
Dos amigos se enfrentaban en los banquillos: Pellegrini y Luis García Plaza coincidieron en Villarreal, el primero como técnico del primer equipo y el segundo del filial. El Ingeniero no se fiaba del Alavés, y dispuso un once con todo lo que tenía. Rui Silva seguía en portería aunque se había especulado con la vuelta de Claudio Bravo, Pezzella y Sokratis como centrales, Bellerín y Miranda de laterales, Cardoso y Marc Roca al volante del equipo con Fornals, Abde y Fekir por detrás del debutante como titular Chimy Ávila en ataque.
Para rematar todos los alicientes del partido, enfrente estaba de titular Luis Rioja, objeto de deseo verdiblanco que la rumorología colocó en Heliópolis en el pasado mercado de invierno. Un Alavés en una buena racha: solo una derrota en los últimos 6 partidos, con 7 puntos conseguidos fuera de Mendizorroza en 2024 e instalado en una cómoda duodécima plaza en Liga.
Primer tiempo tan entretenido como impreciso. Los dos equipos estuvieron tanteándose continuamente y se anularon por completo. Fue el Alavés el que empezó más incisivo, con balones por las bandas y juego directo buscando a Samu Omorodion. El delantero, en racha de gol (4 tantos en los 3 últimos partidos) actuaba como un pívot de baloncesto concediendo segundas jugadas y era un incordio continuo para Pezzella y Sokratis. De hecho, tuvo dos intentos nada más comenzar: uno salió lejano y el otro acabó en gol anulado por claro fuera de juego.
A los vitorianos se les acabó pronto la intención ofensiva, el Betis empezó a dominar la pelota de manera más o menos clara al cuarto de hora de partido, gracias a los continuos robos de Marc Roca y Cardoso. Pero los verdiblancos ofrecieron un ataque muy trabado, cayendo continuamente en la trampa vitoriana. Los laterales apenas podían ofrecer profundidad, y solo a través del empuje individual de Abde y el Chimy Ávila, junto a la movilidad de Fekir, pudieron hilvanar jugadas de algún mérito.
Fue el marroquí el más incisivo en el disparo, con un cabezazo cruzado y un remate lejano que crearon cierta inquietud. Fekir y Fornals rotaban posiciones, pero la defensa babazorra no dejaba espacios. Cuando el Betis conseguía poner un centro, los centrales vascos achicaban el agua con relativa facilidad.
Los dos equipos eran un continuo festival de imprecisiones. A los errores en los pases se sumaron los de medición en las entradas, y así Abde, Rafa Marín y Marc Roca fueron amonestados en un primer tiempo en el que no hubo ni un solo disparo entre palos.
Equipos a vestuarios tras una primera mitad no aburrida de ver, pero en la que la calidad no se abrió paso en ningún momento.
Pellegrini esta vez no hizo cambios al descanso, pese al atasco del equipo y las dos amarillas vistas. Luis García Plaza tampoco movió ficha en el entretiempo.
La segunda parte empezó eléctrica. Solo en 3 minutos tras la reanudación se vio más peligro que en todo el primer tiempo. Una enorme jugada de Fornals en el área, con caño incluido, es rematada a gol por Miranda, pero Sivera le niega el tanto en la parada de la noche. En la réplica, es Samu quien hace trabajar a Rui Silva con un remate cruzado.
Ahí no quedó la cosa. Cuando los laterales suben, el Betis sonríe. Una internada de Bellerín por la derecha en el minuto 53 termina en un pase al área que el Chimy Ávila deja pasar y Johnny Cardoso, con todo a favor, estrella su disparo en la defensa. Y para rematar un buen primer cuarto de hora del segundo tiempo, una internada de Fekir es cortada dentro del área en una jugada en la que el estadio al competo pidió un penalty que no fue concedido.
Pellegrini empezó a mover piezas mediada la segunda mitad, dando entrada al debutante Bakambu por el amonestado Marc Roca, lo que puso a Fornals en el centro. Poco después, Rodri y Willian José reemplazaron a Abde y al Chimy Ávila, con lo que el Betis pasó a jugar con dos referencias en punta.
El cambio de sistema hizo que el Betis buscara un juego más directo, y el Alavés vivir de las contras. Ambos equipos estuvieron cerca de acertar en sus planes: Fekir y Bakambu gozaron de ocasiones clarísimas y los vitorianos salían como balas obteniendo numerosos saques de esquina y amonestaciones verdiblancas en su intento de pararlos. Incluso pusieron a prueba a Rui Silva en el descuento, en una jugada que el portugués resolvió con solidez.
Ante tanto desatino, el partido acabó de la única manera posible: con el resultado inicial. El Betis se deja en casa los puntos que gana fuera y cierra una mala semana en la que no ha anotado ni un solo gol en dos partidos en principio asequibles en su feudo. La semana que entra vienen curvas: Zagreb el jueves en busca de la remontada y el Athletic en casa en Liga, en un partido en el que Miranda, Sokratis y Marc Roca serán baja tras ver hoy amarilla estando apercibidos.
Es muy complicado conseguir los objetivos con tanto empate: ya van 12 igualadas en Liga en 25 jornadas.
