 
0 - 2Tiempo completo |
0-1 | 41' Ayoze | |
0-2 | 45' Fornals | |
| Colegiado: García Verdura | ||
| VAR: Martínez Munuera |
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A San Fermín pedíamos los tres puntos y nos dio su bendición. Tres puntos de oro que adquirieron mayor valor relevancia con el transcurso de la tarde, tras la derrota del Villarreal en Vigo y posteriormente la de nuestro inmediato perseguidor el Valencia en casa frente al Alavés. Esta conjunción de resultados nos pone en magnífica situación para volver a competir en Europa aunque habrá que certificarlo en las cuatro jornadas que restan para terminar el torneo liguero. Está también por ver la posibilidad de competir por la plaza en Europa League pues el rival que nos antecede, la Real Sociedad, nos lleva dos puntos y debe venir a Heliópolis. Es bonito llegar al último tramo de competición y depender de uno mismo.
Visitamos ayer a Osasuna y su coqueto estadio del Sadar. Y pronto el Betis tomó las riendas del partido ante un dubitativo rival que arrastraba varias derrotas consecutivas pero que aún así siempre hace gala en su estadio del empuje y de ese fútbol directo tan característico de la zona. Ayoze, muy activo, se echó el equipo a la espalda asumiendo el liderazgo de un ausente Isco por acumulación de amonestaciones y tuvo la primera ocasión en la que se la preparó muy bien pero Herrera desvió a córner.
El partido comenzó a nivelarse y el Osasuna recurría a los centros laterales. En uno de ellos Moncayola levanta la pierna excesivamente de manera peligrosa e impacta de manera escalofriante con la cabeza de Miranda. El lateral verdiblanco queda tendido en el suelo. Tras consulta con el VAR el jugador osasunista es expulsado, corría el minuto 25. Roja directa que podría ser clave para el devenir del encuentro.
Sufría el Betis en el balón parado, especialmente en los saques de esquina, pero Ayoze culmina en el 40’ una llegada por la derecha de Sabaly. Gol que nos ponía por delante y con superioridad númerica. Pero aún dio para más este primer período pues Fornals marca el segundo bajo palos en la prolongación del primer acto tras buen pase y asistencia de Willian José por la izquierda. Partido prácticamente encarrilado.
Con 0-2 y un jugador más nos fuimos al descanso. Pero el Betis no estuvo fino en la reanudación. Cuando prácticamente bastaba con tirar de oficio, como corredor que se sabe ganador y no tiene necesidad de arriesgar, el Betis se complica la vida y en varios centros laterales nuevamente el balón impacta en los palos de nuestra portería hasta en dos ocasiones.
No quiero dejar pasar sin comentar una jugada en la que Herrera, el portero local, simula de manera escandalosa una agresión. Qué diferente es el ciclismo en este sentido: corredores que se van al suelo, y a veces por maniobras peligrosas de otros ciclistas, y se levantan hechos un Cristo para continuar y llegar a la meta. Mal y feo ejemplo de antideportividad el del portero navarro, y desafortunadamente muy frecuente en el mundo del fútbol.
Vinieron bien los cambios. Abner salió en el descanso por un maltrecho Miranda, que además de los cinco puntos de sutura en la cabeza tenía amarilla. Bien el brasileño en defensa aunque aún debe aportar más en ataque. Carvalho salió para templar y un voluntarioso Rodri se fajó.
Con el partido finiquitado, Abde tuvo una magnífica ocasión que también se fue al larguero. Ojalá este futbolista entre en dinámica porque tiene cualidades más que interesantes, especialmente la conducción de balón en velocidad.
En una magnífica tarde deportiva en cuanto a resultados también Pogàcar, ¿El nuevo Eddy Merckx?, nos deleitó con un brillante triunfo en la segunda etapa del Giro, vistiéndose de rosa en el majestuoso Santuario Di Oropa en Biella. El Tour es el Tour, pero mi predilección de siempre es la corsa rosa. Nos esperan tres semanas apasionantes de ciclismo en el país transalpino y en este tiempo se decidirá igualmente nuestro lugar en la clasificación final. Disfrutemos pues del Betis y el ciclismo, así como del deporte en general. Pero siempre de verdad y sin engaños.
Vamos Betis, siempre contigo. Pedalea sin desfallecer que Europa nos espera.
