La Recontracrónica. Mis mejores del Betis. Real Betis 1-0 UD Las Palmas

En todas las gradas del Betis hay rincones especiales, durante años he ido pasando de un sitio a otro, algunos ya no están, otros se han añejado nada más estrenarse pero mi fondo bajo tiene eso que llamo «mis mejores del Betis», personajes que me alegra que estén ahí, a mi lado.

Como mi hermano, un tipo calmado que en el Betis no para de gritar todo el tiempo, que ve penalti en medio del campo y el árbitro siempre pita en contra. A mi lado, en mi pasillo, dos hermanos gemelos que se sientan uno detrás de otro y que parece que echaron los dientes en ese tándem bético. O mi querido señor del pelo blanco, que ayer no asistió pero que en cada partido nos saludamos como si volviésemos de un largo viaje.

También están los niños de Betisweb. Qué gran labor, ¿sabían que la peña Betisweb invita a niños y niñas a ver al Betis y los he visto venir desde Badajoz hasta las 3000 viviendas?
Pues es divertido ver sus caras alucinadas con ese bautizo verdiblanco, acudiendo con sus colores y disfrutando de un ambiente que ayer fue mucho mejor ambiente.

Es que hay aficiones y aficiones, y los canariones son punto y aparte. Ver la grada visitantes llenas de amarillo, cantando y ver mi propio fondo moteado de amarillo, pero como de buen rollo desde el principio, asombrados del ambiente, grabando con admiración nuestro himno, comentando con ellos que qué bueno es el 10, y vaya con el 20, pero… ¿de dónde han salido estos tipos que tan bien juegan a mi Betis?

Y así hay personajes que voy buscando cada partido, saludando aunque no sepa sus nombres. O alegrándome como ayer, donde el «Gitano de fondo», como le llamamos, volvió a abrir sus brazos de par en par tras años sin verlo por mi pasillo animándonos a animar, donde corretea de arriba a abajo, vestido de traje y corbata, con su aspecto de cantaor flamenco, su beticismo chillón, que no paraba de gritar PACO, MI PACOOOOO, porque Isco es un nombre que no le iba, y mientras su Paco calentaba en el césped, nuestro personaje recibía la primera ovación de la noche, porque toda la grada de mi pasillo se alegraba enormemente de volver a verlo abrir los brazos como si fuese a abrazar a toda Preferencia.
Y, además, ganó el Betis.