Han sido muchos los sinsabores, las decepciones y los tragos amargos que la afición bética ha vivido en los últimos años. A pesar de que el arranque liguero de esta temporada no ha sido el esperado, el equipo de Quique Setién afronta su primer gran partido de Liga Europa en un estadio emblemático. Si ante Olympiakos en Grecia demostró su estilo y su personalidad, frente al Milan en San Siro es menester que los verdiblancos mantengan esa filosofía pero matizándola para ser más eficaces en ataque y comenzar a romper a las defensas rivales.
No es fácil el rival, un Milan muy lejos de su mejor versión histórica pero que por su sello, su poso y su trayectoria en Europa es uno de los equipos más difíciles a los que enfrentarse a domicilio. El propio presidente Ángel Haro aseguró ayer que «habrá que cambiar» algo para que comiencen a llegar las victorias -y los goles a favor, el gran hándicap negativo de esta temporada-. Para este envite el técnico del Real Betis, Quique Setién, no cuenta ni con Joaquín ni con Guardado, que no entraron en la lista para viajar a Milán, en ambos casos por molestias físicas. De la lista de 21 expedicionarios que ya disfrutan de la ciudad del norte de Italia en el día previo al partido de este jueves a las 18.55 horas hay varios canteranos -Rebollo, Kaptoum y Robert- y caudal suficiente como para lograr los tres puntos.
En portería todo apunta a que el titular será Joel Robles, el portero titular en competición europea, y se especula con que Setién de un giro a su esquema y pueda pasar a línea de cuatro, disponiendo así de dos extremos o interiores que agranden su capacidad en ataque. Mandi y Bartra parecen fijos en el eje de la zaga, con Sidnei como tercer central si el técnico cántabro mantiene la defensa de cinco. Barragán y Junior partirían en los carriles. En el centro del campo hay varias incógnitas. Lo Celso y Canales ofrecen más calidad y verticalidad, con Carvalho como eje del centro del campo, pero no sería extraño que Boudebouz, Inui e incluso Tello entren en el once como mediapuntas por detrás del delantero, auténtico quebradero de cabeza esta temporada para Setién.
Enfrente, un Milan que marcha decimosegundo en la Serie A, con 12 puntos en ocho partidos, cifras similares a las del arranque liguero del Betis. El equipo transalpino tiene una plantilla amplia y con nombres que, sin ser grandes estrellas, suenan mucho a la afición bética. Donnaruma, Pepe Reina, Mussachio, Zapata, Montolivo, el ex del Villarreal Samu Castillejo e Higuaín, auténtico estandarte de los milaneses que lleva ya seis goles en las distintas competiciones y es uno de los delanteros con más nombre y capacidad de Europa.
Duro rival, altas expectativas y, de fondo, la necesidad de al menos empatar para no perder el tren de la clasificación a la siguiente ronda de Liga Europa. Porque el bético se ha vuelto más exigente, ya no le vale estar en mitad de la tabla en la Liga ni pasar de ronda con malas sensaciones. Pero a la vista del pasado, codearse ante rivales de esta entidad es un orgullo y una meta alcanzable. Ganarles, un reto que alegraría al aficionado verdiblanco menos pasional.