El Villamarín volvió a encenderse, pero sin abrir sus puertas. Sin su ambiente típico en la calle Tajo, sin las bufandas al viento en sus gradas como ya viene siendo habitual, pero con ganas. Al menos eso es lo que demostró el Real Betis: ganas. El Valladolid visitó Heliópolis con alguna baja, como la de Masip, que hizo que Roberto, incorporación estival, debutara. Por su parte, Manuel Pellegrini siguió fiel a eso que le salió bien en Mendizorroza, apostando por el mismo once titular.
La sensación que dejó el conjunto de las trece barras fue fiel a lo que se venía viendo desde la pretemporada. Un equipo que está intentando cambiar esa imagen que dejó la temporada pasada, un equipo con mucha más actitud, dominador, que no agacha la cabeza y que sigue peleando aún teniendo el encuentro a su favor. La primera parte del Real Betis fue muy positiva, y no solo por los goles. Una buena presión, verticalidad, mucha movilidad, aprovechando los espacios de un cuadro sólido como suele ser el pucelano y unos jugadores que se van entendiendo.
No obstante, el primer tanto no llegó de ninguna obra maestra. Un fallo de Óscar Plano, quien intentaba despejar un balón y éste acabó impactando con su mano, acabó en el primer percance para los vallisoletanos. Entró el VAR y Jaime Latre acabó indicando la pena máxima, la cual aprovechó perfectamente Fekir para abrir la lata. Los contratiempos se sucedieron para el Valladolid. Sergio Gónzalez sumó una baja más a sus filas, la de Javi Moyano, y tuvo que realizar su primer cambio antes del cuarto de hora de duelo, dando entrada a Luis Pérez. El Betis continuó con su buen hacer que acabó trayendo más alegrías en los primeros 45 minutos. Canales intentó proclamarse autor del segundo tanto, pero la defensa blanquivioleta despejó sin esperar la aparición de un William Carvalho que, desde fuera del área y con una volea, no perdonó.
Al técnico visitante no le estaba gustando lo que veía sobre el césped del Villamarín e hizo cambios para afrontar la segunda mitad. El Valladolid, nada más iniciar este tiempo, consiguió penetrar la portería de un Claudio Bravo que aporta mucha seguridad a los verdiblancos, pero el tanto fue anulado por fuera de juego. El conjunto pucelano subió el ritmo y eso lo notó el Real Betis, que también dejó huella de su evolución en la faceta defensiva. Un más que brillante William Carvalho fue el que más destacó durante todo el duelo disputado en la Avenida de La Palmera, al que justamente le sustituyó el canterano Paul, quien tuvo el día propicio para debutar.
No se movió el marcador en toda la segunda parte, pero lo más importante es que los de Manuel Pellegrini, al contrario que otras muchas veces, consiguieron controlar y mantener el encuentro de su lado, dejando de nuevo la portería a cero. Este Betis sigue avanzando y ya son seis de los seis puntos posibles los que se lleva a su casillero antes de que el Real Madrid visite el feudo verdiblanco. Los de las trece barras vuelven a casa por septiembre y dándole sentido a la frase de «hogar dulce hogar».
