El jugador mexicano Diego Lainez, que fue anunciado de manera oficial tras el empate frente a la Real Sociedad en Copa del Rey, llega en este mercado invernal para reforzar las filas del Real Betis. Con tan solo 18 años, tiene mucho que aprender, pero ya es una perla muy admirada en su país natal y su proyección quedará vinculada al equipo verdiblanco.
El extremo fue presentado en la tarde de este martes en el Benito Villamarín ante la afición bética, que aclamó su fichaje. Se vistió de corto con las trece barras y dió sus primeros pasos en el césped, ese en el que ahora tendrá que demostrar su mejor versión.
Sin embargo, los locos de la cabeza no han sido los únicos en alegrarse. En la rueda de prensa inicial, Ángel Haro también halagó al jugador y le transmitió la confianza que el club ha puesto en él: «Diego Lainez tiene unas cualidades que nos indican que va a triunfar en esto del fútbol. Para nosotros es una apuesta importante. Estamos seguros de que el esfuerzo va a merecer la pena».
El vicepresidente deportivo Serra Ferrer hizo lo propio y reconoció que llevaban un tiempo siguiendo a Diego: «Ha sido una decisión fácil por muchos motivos. A pesar de su juventud, hace tiempo que Diego nos demostraba que cada día que pasaba era una oportunidad que perdíamos de incorporar nuevo talento. Confiamos mucho en él».
Lo más esperado fueron las palabras de la nueva incorporación. Diego Lainez se mostraba muy feliz por haber aterrizado en Heliópolis: «Estoy muy contento de llegar al fútbol europeo y al Real Betis. Estoy seguro de que fue la mejor decisión que pude haber tomado. Había varias opciones, pero estoy seguro de que fue la mejor decisión que pude haber tomado. El Betis es un gran club». Además, se definió como «un jugador desequilibrante en el último tercio y también en mantener la posesión del balón». «Me siento muy cómodo jugando por la derecha o detrás del 9, o de extremo. También es cierto que me puedo adaptar a las necesidades del equipo», confesó.
Finalmente, pisó el feudo verdiblanco, dió algunos toques al balón, posó ante las cámaras y repartió algunas camisetas para empezar a hacerse un hueco entre el beticismo.
