El Real Betis vuelve a la carga antes de atravesar otro parón de selecciones. Su último encuentro antes de ese paréntesis será ante un Barcelona que está sorprendiendo, y no para bien, en este inicio liguero. Ambos conjuntos necesitan los tres puntos para «descansar» con un buen sabor de boca, pero también para la incansable pugna en la clasificación. Por lo tanto, los verdiblancos ya están centrados en su visita al Camp Nou.
En buen estado de ánimo
El triunfo del conjunto bético frente al Elche sirvió para subir esa moral, ganar algo de confianza y recuperar buenas sensaciones. Es cierto que el cuadro ilicitano no puso muchos impedimentos para que el Betis pudiera lucirse. Y así fue. Éste aprovechó esa debilidad para imponerse y firmar el que, probablemente, fue su mejor partido en lo que va de temporada.
Aun así, los problemas siguen siendo más o menos los mismos. Los errores defensivos se disimularon en este duelo, ya que tampoco tuvo mucho trabajo la zaga verdiblanca. Eso sí, no consiguieron los de las trece barras dejar la portería a cero. Lo que sí se nota es una evidente falta de acierto. El Betis crea muchas ocasiones, deja rastro de esa sensación de peligro, pero perdona muchas oportunidades que podrían hacerle más cómodos los enfrentamientos. Además de Dani Martín y Camarasa, no estarán Juanmi, Guardado ni Fekir.
Irreconocible
Es cierto que el Barça ya perdió parte de su esencia durante la campaña pasada. Sin embargo, parece que esto empeora por momentos. A su crisis institucional y la dimisión de Bartomeu, se le ha sumado un mal momento sobre el césped. El conjunto azulgrana ya no es ese equipo arrollador. De hecho, ahora parece más bien frágil. Y así lo ha demostrado en el camino que lleva recorrido hasta ahora, a pesar de que Ansu Fati y Pedri hacen una llamada a la ilusión.
Su partido frente a la Juventus en la fase de grupos de la Champions League parecía alegrar a muchos, pero pronto volvieron a la realidad. De hecho, en la competición doméstica, solo ha firmado dos triunfos en seis partidos disputados -ante Villarreal y Celta de Vigo-. Luego, la cosa empezó a venirse abajo para los culés. Empataron frente al Sevilla, perdieron contra el Getafe, volvieron a caer ante el eterno rival, el Real Madrid, y llegan al duelo ante el Real Betis tras empatar contra el Alavés. La buena noticia es que Ronald Koeman ha recuperado a un Ter Stegen que se convirtió en salvador en el encuentro frente al Dinamo de Kiev de este pasado miércoles, aunque no estarán ni Coutinho ni Araújo.
El Real Betis ya sabe lo que es ganar en feudo culé y no fue hace mucho que lo hizo. Aprovechando el momento tan atípico que atraviesan los blaugranas, quizás los de las trece barras sean capaces de rascar algún punto de la Ciudad Condal. Fue en noviembre de 2018, es decir, este mes hace dos años que el cuadro bético se impuso al Barça en su propio campo. Y los goles no faltaron, con un 3-4 muy peleado. Junior abrió el marcador en el minuto 20, Joaquín se unió a la fiesta pocos minutos después y el equipo se marchó con un 0-2 al descanso. Fue en la segunda mitad cuando Messi recortó distancias con un tanto de falta, pero Lo Celso volvió a poner tierra de por medio. Los culés no se rindieron. Arturo Vidal siguió intentando, al menos, un empate, pero Canales, en el 83, volvía a alejarlos de esa ilusión. Finalmente, Messi lanzó la última piedra con otro tanto en el descuento, pero los tres puntos ya tenían color verdiblanco.
Esta fue una de las pocas veces que el Real Betis consiguió salir victorioso del Camp Nou y quizás esta sea una oportunidad de oro para volver a revivir esa sensación y hacerse con tres puntos que siempre son bienvenidos y necesarios. No será cosa fácil, pues por muy estancado que esté el Barcelona sigue siendo un gran equipo. Pero en esta lucha nadie se da por vencido. La incógnita es: ¿aprovechar esa desconexión culé o volver de vacío a Heliópolis?
