«Me iré del fútbol feliz porque esta afición me lo ha dado todo». Estas fueron las palabras de Joaquín al final del partido, donde un cabezazo suyo en las postrimerías del partido decantó el derbi para el Betis, dicen mucho de un jugador que fuera de Sevilla es famoso por su simpatía pero que en la ciudad quedará para la historia por su compromiso con la camiseta verdiblanca y su tremenda calidad. Y también por haber hecho enormemente feliz a su fiel parroquia bética.
Setién dispuso a Tello para el derbi en el carril derecho como principal sorpresa, con Guardado e Inui como mayores novedades en el habitual 3-1-4-2.
El primer cuarto de hora fue monopolizado por completo por el Betis, donde el Sevilla no pudo tocar el balón más que en un par de ocasiones. Sin embargo, el equipo verdiblanco no encontró la profundidad para generar peligro real.
Fue entonces cuando los locales perdieron el control y el equipo rojiblanco dispuso de tres llegadas peligrosas, incluido un disparo colocado del Mudo Vázquez que repelió con una estirada felina Pau López.
El Betis se asentó otra vez sobre el campo y empezó a incomodar al Sevilla a través de balones más directos y verticales gracias al trabajo de Loren. Fue así como consiguió ver puerta gracias a una asistencia genial de Guardado y una buena definición de Canales en el mano a mano, pero tanto el linier como el VAR ratificaron un milimétrico fuera de juego.
Hasta el descanso, los verdiblancos fueron recuperando sensaciones más cerca de la portería de Vaclik, como en un remate de Tello desde dentro del área que repelió un defensa.
El segundo tiempo empezó con mala pinta para el Betis, ya que el partido se volvió de ida y vuelta y, teniendo en cuenta la poca profundidad del conjunto verdiblanco, el Sevilla empezaba a oler sangre y a conseguir tener el partido donde lo quería.
Pero se produjeron dos hechos clave que terminaron decantando la balanza a favor de los béticos. El primero, la absurda segunda amarilla a Roque Mesa por intentar frenar un saque rápido de Pau López. El segundo, la salida de William Carvalho (que estaba cuajando un horrible partido) para la entrada de Joaquín.
Fue entonces cuando el Betis terminó de volcar el campo sobre la portería rival buscando un hueco y una oportunidad para llevarse un derbi que se le estaba poniendo muy de cara. En cada ataque, prácticamente siempre había 10 jugadores béticos en campo contrario
Rondaba el minuto 78 cuando Mandi, en la esquina del área, lanzó un centro tocado al segundo palo donde surgió la cabeza de Joaquín, que mandó el regalo del argelino a la red y elevó aun más la temperatura en el Benito Villamarín.
En los últimos diez minutos le tocó al equipo remangarse y hacer valer la corta renta conseguida, aunque no sufrió en exceso e incluso dispuso de un par de ocasiones a la contra en las botas del portuense de nuevo y Sidnei, pero el marcador no se movió más y los tres puntos se quedaron en Heliópolis. Un primer triunfo balsámico que invita a relajar la tensión y seguir trabajando durante el parón liguero.
Real Betis Balompié: Pau López, Tello, Mandi, Bartra (Sidnei 88’), Feddal, Junior, Carvalho (Joaquín 74’), Guardado, Canales, Inui y Loren (Sanabria 59’).
Sevilla FC: Vaclik, Navas, Mercado, Kjaer (Promes 86’), Sergio Gómez, Arana (Vidal 85’), Banega, Roque Mesa, Sarabia, Vázquez (Gonalons 60’) y André Silva.
Goles: 1-0. Joaquín (79’).
Colegiado: Jesús Gil Manzano, comité extremeño. Amonestó a Carvalho (30’), Mercado (42’), André Silva (45’), Roque Mesa (45’), Canales (63’), Kjaer (70’) y Sarabia (80’). Expulsó por doble amarilla a Roque Mesa (65’)