La experiencia es un grado -y un requisito-

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No siempre se ve recompensado el trabajo. No siempre la actitud te lleva a conseguir lo que quieres. Y es que este Betis Deportivo tiene ganas, tiene calidad, pero las cosas no le están saliendo según lo planeado. Nos acostumbramos a lo bueno, a lo bonito, a los goles y alegrías, pero eso no es eterno. La aventura en Primera RFEF ha sido un golpe de realidad para el filial verdiblanco y ha puesto los pies en el suelo a más de uno. La plantilla de Manel Ruano, aunque es buena, no es suficiente para competir en esta categoría. Se ha notado que la gasolina ha subido así que habrá que optar por volver a usar las pilas.
 
La única realidad es que los rivales están mucho más formados, más experimentados. Se las conocen todas, pues la veteranía es un grado cuando toca competir. Y en ese aspecto el Betis Deportivo cojea. Los canteranos de las Trece Barras pecan de juventud, a pesar de sus capacidades les falta madurez. Además, el haber perdido piezas como la de Rodri, David Ramos, David Carmona… Les está pasando factura a día de hoy. De hecho, aunque el equipo sigue teniendo luces de lo que fue en estos últimos años en Tercera y Segunda B, hay algo que se echa en falta. 
 
A día de hoy, en lo que va de competición doméstica, aún no he visto esa chispa que despertaba el filial verdiblanco cada fin de semana. Es indudable que este equipo le pone el alma por conseguir hacerse, al menos, con un punto, pero hay algo que se ha perdido. Se ha echado en falta a un Raúl al que se le caían los goles de los bolsillos y sería un sueño que despertase ahora que lleva dos goles en los últimos dos partidos para acabar saliendo del pozo. Aun así, la solidez también se ha visto perjudicada. Aquí nadie perdona y los fallos o desconexiones que han tenido han acabado -en muchas ocasiones- en goles en contra que ponían los duelos aún más cuesta arriba teniendo en cuenta la pólvora mojada. 
 
Entre las sombras que están dejando los resultados, como en cualquier bache negativo, también hay luces. El seguir contando con un jugador como Luis Martínez, la presencia de Ángel Baena en banda, los destellos de Yassin Fekir o todo lo que ha aportado Lara desde que se enfundó la elástica verdiblanca son aspectos a tener en cuenta. Sí que es cierto que, quizás, para poder competir como se debe competir y salir de ese pozo en el que se encuentra el Betis Deportivo en el grupo 2 de Primera RFEF hacen falta más refuerzos y algo más de maestría, por lo que el mercado invernal puede ser vital y decisivo para lo que resta de campaña.
 
Queda tiempo y margen de mejora. Quedan rivales a los que hay que plantarle cara -como ya ha hecho con algunos de los más fuertes- y otros con los que volver a encontrarse. Quizás las sensaciones no son las más positivas ni hay un gran sentimiento de esperanza, pero la lucha continúa y este cuadro aún puede sacar armas y valentía para mejorar la situación y que alguna alegría que otra acabe llegando, por muy cara que esté la gasolina o el título de la experiencia no haya compulsado.