Una frustración sin fin 1-2. Crónica Betis Deportivo – RB Linense

El Benito Villamarín tampoco hizo su magia esta jornada para lo suyos, quienes acabaron sufriendo otra derrota más ante uno de los de arriba del grupo, la RB Linense. El Betis Deportivo no pudo ante un rival evidentemente superior que consiguió brillar y demostrar su fortaleza defensiva en un feudo bastante especial que acabó brindando mayor fortuna, de nuevo, a los visitantes.

 

Los primeros compases del duelo fueron un asedio por parte de la Balona, que se instauró en campo verdiblanco y no había quien la moviese de ahí, dándole los primeros dolores de cabeza a un Betis Deportivo que pronto acabó lamentándolo. Una conexión fructífera entre Coulibaly, Ñito y Gerard Oliva se culminó con el primer tanto del duelo por parte de este último gracias a un fallo del filial bético, al que se le acumularon aún más los problemas con la lesión de Juan Cruz.

 

Poco después, se repitió la misma parte del guion, pero con diferente protagonista. El cuadro visitante erró en salida de balón y fueron los de Heliópolis los que no perdonaron para igualar la contienda. Lara aprovechó para asistir a su compañero Raúl, quien, con un movimiento de killer, superó a Nacho Miras. No obstante, como viene siendo común, no se prolongó demasiado la alegría para los locales. La Balona, aprovechando el contraataque y su evidente superioridad, volvió a ponerse por delante. Un extraordinario Coulibaly firmó un pase magistral para que Leandro pusiera la ventaja antes del paso por vestuarios, a pesar de que Lara obligó al guardameta rival a intervenir.

 

Manel Ruano hizo cambios en el descanso y sus pupilos salieron con una actitud mejorada. De hecho, Tavares, uno de los que ingresó al terreno de juego, pronto se hizo notar, al igual que su compañero Baena. Aun así, la solidez de la Balona y un portero como Nacho Miras, quien salvó un buen disparo de falta de Raúl, procuraron que no cambiase el luminoso ni con el achuchón final de los de las Trece Barras.

 

Con esto, el Betis Deportivo sigue condenado y el querer y no poder se hace más frustrante cada jornada que pasa. Todo lo contrario para una Balona que sigue arriba al pie del cañón y se acerca a un liderato que es todo un sueño. La doble cara de la moneda se palpó sobre el verde del Benito Villamarín, donde ambas aficiones estuvieron presentes.